"Dicen que la risa lo cura todo, pero en realidad te sana quien la provoca"
(Jorge Muñoz)
El sentimiento de traición era lo único que quedaba en aquel lugar, Ivi lo miraba con esa cara que ponía cada vez que no conseguía algo, lo miraba y sus falsas lagrimas la acompañaron una vez más, pero ya era demasiado tarde para caer en su teatro, había desperdiciado siete años de su vida al lado de esa mujer y más de veinte años al lado de su mejor amigo.
Ella arrugó la sabana contra su pecho al mismo tiempo en que se apartaba un mechón de pelo de su cara de forma casi dramática, luego posó los ojos en su amante, quiso preguntar, pero pensó que no valía la pena, de todas maneras, el solo hecho de haberlos encontrado en su propia casa ya constituía una traición y eso jamás lo perdonaría.
- Tienes una hora para sacar tus cosas de la mansión. – Le dijo tranquilamente, luego miró a Andy. – Y tú..., será mejor que..., no te aparezcas frente a mí nunca más.
- ¡Ohm!, ¡espera!, déjame explicarte. – Pidió él saliendo de la cama, mientras que trataba de encontrar su ropa con la mirada.
- ¿Qué quieres explicar?, ¿eh?, no quiero saber desde cuando me están traicionando, tampoco quiero saber si la amas, eso es asunto entre tú y tu conciencia. – Pero su manera de decirlo no pasó desapercibida, era como si no le impactara la situación.
- ¡Espera!, esto no es mi culpa... - Ohm miró a quien fuera su mejor amigo con furia contenida.
- ¡Andy! – Gritó ella. Pero el otro la ignoró.
- Idiota, ¿te atreves a evadir tus responsabilidades?, ¿no has aprendido nada?
- Lo siento..., es que ella y yo...
- Olvídalo, Andy – La mujer se levantó de la cama y fue directo hacia su esposo. - No te justifiques ante él. No sé por qué te ofende, nunca he sido tú mujer después de todo. – Ohm sonrió irónico.
- Tienes razón, pero eras mi esposa, al menos pudiste hacerlo lejos de la casa donde viven tus hijos.
- ¡No metas a los gemelos en esto! – Gritó ella.
- Tú los metiste en esto Ivi, no solo me faltas el respeto a mí, también lo haces con ellos.
- Sí me voy de esta casa, me llevaré a los niños... - Amenazó ella para hacer que el doctor Thitiwat demostrara alguna clase de sentimiento, algo que le indicara que le dolía la traición de su esposa.
- No discutiré contigo en estas condiciones – Dijo pasando su vista por ella. -Vístete y ven al despacho. – Siguió impasible. – Y tú..., fuera de mi casa.
Ohm Thitiwat espero pacientemente a que su esposa bajara, había vuelto de la clínica temprano esa tarde, lo que acababa de pasar lo sospechaba desde hace unos meses, solo que necesitaba que todo se alineara para poder atraparlos en el momento preciso.
- No dejaré a los niños contigo Ohm, al menos no tan fácilmente. - Dijo ella tan pronto ingresó en la habitación.
- No actúes como si amaras a los niños Ivi, ambos sabemos que solo fueron el arma que usaste para casarte conmigo.
- Ahora es el momento cuando te libras de mí, ¿verdad?
- Por supuesto, no pretenderás que siga casado contigo después de tú traición.
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AMOR SECRETO
Lãng mạnA todo el mundo le parecía que el nuevo niñero de la familia Thitiwat era un verdadero sueño, a todos menos al padre de los dos pequeños gemelos que cuidaba. Ohm Thitiwat debía admitir que Fluke Natouch tenía un talento especial para tranquilizar a...