Rumpelstiltskin |XXIIX|

131 22 3
                                    

Rusia se despertó al darse cuenta que "algo" no lo dejaba respirar. Al abrir los ojos se topó con el rosto dormido del pruso albino. Bueno, minino ya conocía la causa de su asfixia, por otro lado, aun no tenía ni la más recondenada idea de que hacia el durmiendo en el sofá de la casa de Prusia, semidesnudo y sin poder acordarse de la mitad de lo que pasó la noche anterior. El ruso volvió a recostar su cabeza sobre el mueble y se puso a pensar, ignorando completamente al ser yacía dormido sobre su pecho. Recordaba que Bielorrusia y Lituania llegaron juntos, tomados de la mano. También tenía memoria de haber ayudado a Italia con la comida, salieron al patío a ver las estrellas un rato, luego Prusia empezó a beber, había vodka así que él también tomó. Recordó que el pruso se puso a mesclar dios sabe qué y que siguieron tomando. Después de eso el resto es una bola de memorias esporádicas de las que no puede sacar información alguna. El eslavo suspiró y comenzó a despertar el cuerpo inerte que yacía plácidamente dormido sobre él.

- Prusia, arriba, a levantarse, ya es hora viejo.

- A qu...ieeeen, ñams iejo. Ioooo soyyy gen yal. – respondió el somnoliento germánico.

- Ya Prusia, arriba. Al único que quiero durmiendo encima de mí es a... eso no importa, el punto es que ya levántate. ¿Da? – demandó cansado el ruso mientras que una imagen de USA durmiendo sobre su pecho tomaba lentamente forma en su cabeza, causando que se sonrojase. – ¡Prusia ya levántate perezoso, son la 11! – exclamó el chico deshaciéndose de la imagen mental y tirando al pruso al suelo. El albino cayó de bruces pero no se terminó de espabilar hasta que escuchó la hora.

- Mein Gott! – chilló despavorido el teutón – Nein, nein, nein. Deutschland wird mich töten.

- Oh vamos te levantaste tarde tampoco es el fin del mundo. – le reconfortó Rusia sin comprender el desespero de su compañero de sofá.

- Tú no entiendes, Alemania llega hoy, con Austria, y esta casa parece un cochiquero.

- Ok. Reunámoslos a todos aquí en cinco minutos y ya veremos como nos las arreglamos. – sugirió Rusia antes de recibir un ademan de acuerdo por parte de Prusia. Así ambos fueron por toda la casa despertando al primero que se encontraran en el camino.

Prusia se tropezó y casi se calló al encontrar a Romano acostado en el suelo del cocina rodeado de tomates y con unos garabatos sobre su rostro. Ardua fue la tarea del albino, que necesito dios y ayuda para sacar al siciliano de su ensoñación. Lo peor es que, cuando al fin consiguió una respuesta del italiano durmiente, lo que recibió fue una patada en... la fuente de su descendencia. Fueron los llantos del pruso los que finalmente trajeron a Romano a la realidad. Rusia por su lado con la primera con la que se encontró fue con Ucrania la cual descansaba confortablemente en una de las camas de lugar. Su labor era supuestamente mucho más fácil que la del antiguo caballero, de no ser por la mala habitud de su hermana. Habito que consistía en abrazar a todo lo que tuviera a proximidad. Así que, después de que lo privaran de oxigeno por segunda vez esa mañana, el ruso al fin se liberó de la rubia quien después de unos minutos salió de ensoñación.

Prusia después tuvo la buena suerte de tener que despertar a Estonia y Letonia. A estos dos aún les quedaban secuelas de cuando Rusia los levantaba a Toque de Diana o a baldazos de agua fría. Porque según Rusia – Si yo no puedo dormir la mañana, ustedes tampoco – se divertía bastante el peliblanco al ver como el trio báltico y el alemán se levantaban como zombis ante su llamado. La verdad es que como Rusia en la URSS era el que se encargaba del papeleo de todo mundo, pues era él quien más trabajo tenia. Por lo que se podría deducir que estaba algo celoso de aquellos que no tenían nada que hacer y podían reposar tanto como quisieran. Infantil como era, fue inevitable que Rusia se desquitarse haciéndoles bromas pesadas a los bálticos y a Prusia, este último de hecho era su mayor fuente de inspiración. Rusia aun tenía frescas en su memoria las trampas que solía crear Prusia para molestarlo. Dado a todo lo dicho, despertar al letón y al estonio fue relativamente fácil, el minuto que el pruso llamo sus nombres estos se levantaron exclamando – ¡Estamos despiertos! – Por otra parte Rusia se dio a la tarea de levantar a Bielorrusia la cual se aferraba a Lituania como naufrago a una tabla. Los brazos de la bielorrusa sostenían la cabeza del lituano atrayéndola hacia su pecho mientras que sus piernas yacían enredadas a la cadera del chico. Este por su parte parecía entre complacido y ahogado. Rusia recordó entonces de una idiotez que había dicho el castaño hace unos años – Si voy a morir que sea en brazos de la señorita Bielorrusia – Rusia rio ante ese pensamiento "Bueno amigo, parece que se te cumplió el sueño." Para suerte y satisfacción del mayor, ambos jóvenes estaban total y completamente vestidos. Rusia entonces intento liberar a Lituania del agarre de la joven, más esta le abrazaba con aun más fuerza mientras decía – A no hermano. Este es mío consíguete el tuyo – asiendo que Rusia se pregunte seriamente que clase de sueños estaba teniendo su hermana. Después de unos minutos Rusia al fin consiguió zafar al Lituania del agarre de su hermana, quien no tardó en despertarse al sentir el vacío. Ahora que el grupo estaba totalmente espabilado se reunieron en la sala para dividir el trabajo y tener el lugar en orden antes de la llegada del alemán menor.

Tansty with the snow King |RusAme|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora