El tonto escoces | XIX|

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Hacía tiempo que USA no se sentía tan enfadado, desde la guerra fría casi todo iba viento en popa para él. Decir que su enemigo de antaño seria nuevamente quien despertase dicho sentimiento parecería improbable para muchos pero bueno, Estados Unidos de América siempre sería un digno descendiente de Francia e Inglaterra. Así que ahí estaba él, fulminando con su mirada a quien hace un tiempo consideró un amigo y juraba que si fuera Superman lo rostizaría con su vista de rayo láser. Todavía no estaba seguro de lo que ocurría y no quería saltar a conclusiones pero la entrada del dúo no hacía más que respaldar sus desesperadas teorías. El tiempo que pasó sin Rusia no hiso más que reafirmar su resolución de tenerlo de vuelta. Puesto que mientras más días pasaba lejos de él, más le costaba dejar de perseguirlo con la mirada. Durante esa reunión no pudo evitar pensar que talvez Canadá tenía razón y que ya Rusia había encontrado a alguien más. Un sabor amargo le subió por la garganta mientras su estómago se contraía. Era un sentimiento inusitado, como cuando tuvo que aceptar la perdida de Dave, pero más intenso. Pues por su propia ineptitud se le escapó de las manos su persona especial. "Es cierto lo que dicen. No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes", se lamentó él, hundiéndose más en su asiento. Los sentimientos no hacían más que apilarse en el alma del joven rubio y otro nuevo pesar brotó al percatarse del férvido mirar que el danés le dedicaba al ruso. Los celos le inundaron, puros y simples celos que no había sentido en un buen tiempo. Dicho sentimiento solo vino a atormentarlo una vez antes en su vida. La primera vez que vio a Rusia, tan frio e intocable, mirándole desde arriba en el palacio de los Romanov. Para el USA adolecente e inexperto de ese entonces ese joven, con su actitud helada y a quien los aullidos del viento acompañaban como perro fiel, era el epitome de poder y elegancia. En ese entonces, justo como ahora, el blondo se sintió impotente. Como si no importa lo que hiciese, aun si usase toda su fuerza, sería incapaz de mover al rey de la nieve. Un sentir idéntico a ese se arrastraba en lo más profundo se su corazón proyectándose en una mirada de odio hacia el zarco escandinavo. Nuevamente, Estados Unidos se sentía desarmado mientras veía como ese mismo hombre inalcanzable era ahora arrebatado de sus brazos. El joven muerto en vida nunca fue bueno para controlar sus expresiones, por ende a lo largo de la reunión no hizo más pintar en su rostro una fachada deprimida y furibunda dirigida hacia su anfitrión.

Rusia rápidamente se percató del cambio. Vio como el hombre de su corazón mirar con ojos homicidas al inocente danés que poco sabia del juego que el destino disfrutaba a sus espaldas. Rusia no dudo en conectar una cosa con la otra lo que lo sumió en un estado de angustia e ira. "¿Que más quieres quitarme USA?", se cuestionó el rubio platino. "Ayer me miraste con odio por al fin poder sonreír sin ocultar nada. Hoy le lanzas cuchillos a tu propio amigo solo porque intento acercarse a mí. Ya te entregue mi amor y lo desechaste, no obstante te enfurece que disfrute de la compañía ajena. ¿Que más quieres quitarme USA? ¿Deseas alejarme de todos hasta que muera de soledad? ¿Tanto así me odias?" meditó afligido el ruso. Sin embargo Rusia, que ya tenía años de experiencia, no dejó que no una sola silaba de su pensar se filtrara en su expresión. Más sorprendentemente cierto danés sintió una punzada en su corazón, un mal presagio que le indicaba que algo malo había pasado por la mente del de ojos amatista. Pues ya llevaba el escandinavo tiempo mirando los movimientos del frio país y nunca vio una tonalidad tan triste surcar por sus ojos.

Al concluir la reunión nuevamente intentó en vano el americano de alcanzar al ruso. Pues este escapo y esta vez, de la mano de cierto rubio. USA corrió por los pasillos es un intento de atraparlos más se habían volatilizado. Alfred apretó fuertemente sus puños y tanta fue la rabia que su brazo izquierdo fue derecho hacia la pared la cual se quebró frente a la fuerza de la joven nación. Pero esto no quedaría así por nada del mundo, el joven estadounidense corrió hacia su habitación dejando atrás a todo quien estuviese en su camino. A penas puso pie en su habitación de hotel sacó su ordenador de su maleta blindada y se precipitó a crear el plan para poder estar a solas con Rusia. Ya que no sabía dónde se hospedaba no podía simplemente ir a su hotel. Para USA ese tipo de información sería fácil de obtener con el servicio secreto más les había pedido tantos favores que ya no le contestaban ni los telegramas. "Fudjing viejos. ¿Quién dijo que conocer la ubicación del mejor restaurante de comida rápida en Australia no es importante?" criticó el joven al recordar la razón por la que ya no le dejaban usar la CIA para sus propósitos. Así paso USA dos días más, fulminando al danés, babeando por el ruso y observando como en época de guerra. Así en la noche del jueves ya tenía todo su plan en orden. "Primeramente me tengo que deshacer del circulo interno del objetivo. La suerte es que ellos se auto eclipsan.", afirmó USA. Para su gran desagrado los amigos de Rusia parecían aprobar a Dinamarca. Ellos rápidamente se percataron de las escapadas del rubio platino. Por lo que, para evitar que este se preocupase, al final de cada reunión la "Rusia protection squad" ya brillaba por su ausencia. Por ende los dos últimos obstáculos para el buen funcionamiento de su operación serian y el mismísimo Rusia. Tenía que distraer al danés el tiempo suficiente como para robarse a Rusia. Ahí es donde entraba Prusia, "El viejo confiable", se burló mentalmente el estadunidense. La antigua nación siempre estaba dispuesta a ayudar y era ese tipo de persona que, primero actuaba y después preguntaba. Eso lo hacia la mejor opción para desviar la atención del danés. Finalmente, para distraer a Rusia tendría que pedirle ayuda a su hermano. Este probablemente estaría renuente a ayudarle puesto que, no solo es Canadá gran amigo del objetivo, sino que también era el novio del mejor amigo del dicho objetivo. Sin embargo USA tenía una carta bajo la manga, hace unos cincuenta años el joven bilingüe había creado un nuevo tipo de comida rápida, una monstruosidad que por alguna razón término volviéndose popular. La poutine era un insulto para el patrimonio francés del canadiense y sabía bien que su padre pondría el grito en el cielo para que eso no saliese a la venta. Por ende USA se sacrificó por su hermano y distrajo a Francia por un par de semanas, cosa de que los canadiense aprendiesen el arte de la poutine. USA invirtió su tiempo en seguir de forma exhaustiva su padre de lado a otro en las boutiques de "haute couture" para evitar que pensase en comida. Palabras más palabras menos, fue horriblemente agotador para el zarco mayor. Desde entonces Estados Unidos se estaba guardado ese favor, como quien guarda cosas viejas con la idea de poder usarlos en un futuro.

Tansty with the snow King |RusAme|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora