𝐓𝐨𝐢𝐭 𝐞𝐭 𝐦𝐨𝐢

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Finalmente accedí a su proposición, aquella silenciosa pero tranquila noche, podía incluso oir el aire entrar y salir de sus pulmones, ambos no sabíamos que decir ahora cuando pocos minutos atrás no parábamos de hablar.

- ¿qué crees que estén haciendo nuestras familias ahora?

- Riendo, solo se dedican a eso desde que se reencontraron.

- Deben estar muy felices, verse después de años... recordaron el tiempo que pasaron juntos en la secuendaria, todo lo que vivieron juntos.

Nos recostamos en la fría pared, a pesar de tener sillas al lado habíamos decidido ver las estrellas sentados en el suelo.

-Mira aquellas estrellas, parecen unirse- señaló el

- Aquella es una constelación. Su nombre es cefeo, recibió el nombre por el rey de etiopía, es muy raro verlo acá ahora que lo pienso, se supone que esa constelación solo se ve en el norte.

- ¿hay algo que no sepas?

- No sé sobre muchas cosas. Por ejemplo no sé nada sobre las cosas que importan.

- ¿qué cosas?

- ya sabes que cosas - amar, no sabía nada sobre amar.

- ¿por qué me dices esto?

Me alzé de hombros ante su pregunta, el sabía la respuesta tanto como yo, más no quise decirlo en voz alta.

- No deberíamos hablar sobre eso.

- ¿por qué? No es nada malo, acaso.. ¿te incomóda?

- No.

Silencio. El silencio se apoderó una vez más, estábamos solos, apreciando aquellos pequeños puntos de luces que aspiran a ser tan grandes como la luna pero al no poder estar con ella sufren, luchando por ser igual de apreciadas.

Sentí el roce de su mano con la mía, la calidez de su mano y la forma en que delicadamente entrelazabamos nuestro meñique inconsientemente me brindaba seguridad, el era la luna y yo era solo una estrella más luchando por obtener su atención.

- Ayer mi mamá leyó una historia francesa.

- ¿la del príncipe que no sabe si hablar o morir?

- esa misma.

- y ¿qué hizo el príncipe?

- prefirió irse por lo seguro.

- ¿qué harías tu en lugar del príncipe?

- No lo sé.

Muestras miradas conectaron una vez más, noté la profundidad de su mirar, era hipnotizante solo verle, cada detalle que se podía apreciar debido a la tenue luz de la luna y el silencio, el era perfecto ante mis ojos ahí lo entendí. Al principio intentaba ocultar lo que sentía pensando que era algo momentáneo, hasta que me dí cuenta que esa sonrisa al verle y los nervios que sentía al notar su presencia no eran algo de un momento.

- Prefiero hablar - dije en un susurro casi inaudible.

Aquel roce en nuestras manos se hizo más corto, ya no era solo un roce era una unión, de igual forma lo hicieron mis labios con los suyos, sentí la cálidad de sus labios y de su respiración, fue un beso calído, conciliador perfectamente medido hasta que me percaté de lo ávido de mi beso.

- No podemos hacer esto - apartó su vista y quitó su mano que segundos antes se entrelazaban con la mía.

- ¿por qué? - pregunté momentos después.

- No es correcto, no está correcto moralmente querer a otro hombre - respondió.

Se sintieron como punzadas en el corazón, estaba mal por amar a un hombre pero era algo que no podía evitar, yo no mandaba a mi corazón.

- Lo siento - expresé con debilidad.

- Iré a dormir, Ten una linda noche.

- espera!

Levanté mi cara y le besé de nuevo, casi de una forma salvaje, no por que su anterior beso no me haya bastado, si no porque debía comprobar haberlo disfrutado tal como lo imaginé.

El me había seguido y sabía bien que cualquier momento que realizara estropearía el momento, sabía que no habría otro beso por eso no quería dejarle más opté por separarme cuando hizo su cabeza hacia atrás, el encanto se había acabado.

- No podemos hacer esto - repitió nuevamente Me conozco, hasta ahora había actuado de forma correcta junto a ti. Ambos nos habíamos comportados, no quiero que esto afecte algo entre nosotros mantengámoslo así.

- ¿te he ofendido con mis acciones?

- Dejalo.

- No volveremos a hablarnos - dije segundos antes de que este se levantara de mi lado.

- No digas eso - replicó.

- Es que lo sé, volverá a ser igual que antes cuando solo me contestabas sí y no.

- Te equivocas, no dejaremos de hablar pero no podemos seguir con esto.

Dos horas más tarde el estaba durmiendo en el cuarto cuando yo en cambio seguía fantaseando con lo ocurrido. No volvimos a hablar aquella noche.

𝑻𝒂𝒌𝒆 𝑶𝒏 𝑴𝒆 [KTH+JJK]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora