Capítulo 4: No eres mi novio

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30 de junio, 2013.

Me despierto sobresaltada al sentir golpes en mi puerta. Me levanto y me dirijo a la puerta y veo por la pantalla a un lado de la puerta. Presionó un botón para abrir la reja cuando veo que es Analía y luego abro la puerta esperándola.

—Lamento venir a tu casa tan temprano —se disculpa. Estuvo llorando.

—Está bien —le indico que entre y apenas cierro la puerta la envuelvo en un abrazo—. ¿Qué sucedió, amore mio?

—Siento que me estoy ahogando, Shell. No puedo vivir con Jared —solloza más fuerte—. Todos mientes, mi padre miente, Dakota miente, todos lo hacen. —sobo su espalda—. No puedo estar un minuto más en ese lugar.

—Tranquila, cariño —Me separo de ella—. Limpiemos esas lágrimas —la llevo al sofá—. Ahora explícame, eso de que Dakota y tu padre mienten.

Se queda en silencio, observando sus manos. Supongo que está debatiendo entre decirme o no.

—No estoy segura de decírtelo, tengo miedo.

—¿De qué tienes miedo? —la observo con fijeza—. Ana, me estás asustando.

—A mi madre la asesinaron, Shell.

—Dios —mis manos tapan mi boca.

—No cualquier persona, la asesino un mafioso —susurra lo último—. Creo que tenías razón.

Y yo pensado que quizá vi demasiadas películas.

—Estas de broma.

—No, ellos también lo son Shell —la miro confundida—. Todos ellos son parte de la mafia. Yo me acabo de enterar.

Abro y cierro mi boca. La risa brota de mi boca.

—¡Vaya! Analía, estás mejorado en tus bromas —digo cuando dejo de reír. Espero que también se ría, pero no lo hace—. ¿No es una broma?

—No, Shell, no es ninguna broma.

—Dakota, ¿Ella lo sabe?

—La sabe —suspira—. Ella también es parte de lo que son los Johnson y mi padre.

—Pero... Ella... Mierda, ¿Ella nos mintió? —asiente y me quedo en silencio. Ella también.

Dak volvió a mentir. ¿En qué momento se volvió una mentirosa?

—Necesito que no digas nada, Shell —la miro—. No quiero que te involucres más.

»Lo que te he dicho quedará entre nosotras, si alguien te hace alguna pregunta lo niegas todo, Shell. Yo jamás te he dicho nada. ¿Está claro?

—Si —respondo en automático.

—Lo siento, no quería meterte en todo este lío, Dios, no sabía que hacer o donde ir. Lo siento tanto.

—No lo lamentes, amore mio —la abrazo—. Quédate en mi casa, hasta que te calmes y hasta que procesemos todo esto.

Ni siquiera sé cuánto tiempo estuvimos ahí en el sofá, procesando la información.

Una jodida mafia.

01 de julio, 2013.

Siento que algo está diferente en mi casa, pero no lo tomo en cuenta.

Dirijo mi vista hacia Analía cuando dice que golpeo a Dak.

—Todavía no puedo creer que Dakota también sea parte de la mafia. ¿Le pegaste?

Siempre has sido tú [#2] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora