Capítulo 6: Paso a paso

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19 de Julio, 2013.

Observo la cara de nerviosismo de Analía. Sé que tiene algo más que decir. Y supongo que lo que tenía para decir Diego lo dice por ella.

Le doy una patada que nadie ve, para callarlo.

—Es un amigo de la infancia —respondo a Jared.

Tengo muchas ganas de reír cuando pregunta si es su ex. Pero no lo hago.

El ambiente se pone un poco tenso cuando Analía dice que Jacob sabe todo. Y que es parte del FBI.

—Solo confíen en mí, por una vez en la vida —súplica Analía con su mirada fija en Jared.

Sonrío cuando Jared le responde que confiara en ella.

Al principio Jared no me caía bien, por lo del matrimonio arreglado. Ahora no es que me caiga muy bien, pero a Analía le gusta y yo siempre la apoyaré en lo que decida.

Además veo la forma en la que se miran y sería muy estúpido de mi parte no notarlo.

Jared levanta a Analía en brazos, mira a mi hermano y luego a mí.

—Ocuparé su cocina —si no supiera el contexto de eso, lo hubiera mal pensado.

—¡Vaya! Eso sonó comprometedor —les grito.

No lo mal pensé, pero eso no quita el hecho de que sonó un poco sucio.

Me encojo de hombros antes de levantarme y caminar al patio. Mi teléfono vibra en un mensaje.

Desconocido: Eres tú. Solo tú.

Muerdo mi labio, estoy segura de quién es.

Yo: Vete a la mierda. Dónde deberías estar.

Guardo el teléfono y respiro profundo. Esto no va a asustarme.

20 de julio, 2013.

Veo a Rubén apoyado en un auto conversación con Oliver, mientras vigilan.

Mojo mis labios y decido caminar por el patio. Necesito aire fresco.

Algunas veces pienso en que hubiera pasado si la persona que llamaba madre, se hubiera quedado con nosotros.

No la culpo por irse. Jamás lo hice.

Para ella quizá fue difícil ver a los hijos del hombre que supuestamente era el amor de su vida.

Quizás por eso solo tenemos el apellido de él: Grier.

No lo recuerdo. Y los recuerdos de ella ya no están. No tengo una foto para saber cómo era o a quien se parecía más. Mi tía guardó sus recuerdos en una caja y luego la envío directo a Italia.

Ella estaba lo suficientemente enojada con su hermana, por dejar a sus sobrinos abandonados. No quería nada que la recordará.

Mi tía nos crio como una madre y luego nos dejó volar de su nido. Y le estoy bastante agradecida por eso.

Además con mi hermano, jamás quisimos devuelta los recuerdos de ella. Creo que es mejor así.

Siento como alguien me sigue, así que me detengo abruptamente y me giro. Lo que ocasiona que la otra persona choque conmigo, haciéndonos caer. En un último momento nos gira y caigo sobre él. Al menos no me aplastó.

Ni siquiera tengo que verlo para saber quién es. Me levanto y quedó a horcajadas de él. Levanto una ceja.

—Esto es incómodo, ya que por mucho que me guste estar al aire libre. No creo que sea el mejor lugar para quitarse la ropa —es lo que digo. Y me golpeó mentalmente—. Igual podríamos ir a la oscuridad.

Siempre has sido tú [#2] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora