Niebla oscura

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Después de llevarme la grata sorpresa de que Dao y mis espíritus guardianes resultaban conocerse, entramos en la sala donde las dos familias se reunieron.

La sala es igual de majestuosa que el exterior de la casa, los detalles en oro, los muebles y la iluminación tenuemente dorada de las elegantes lámparas de araña me hacen recordar a la nobleza.
Junto a mi familia, y exceptuando a los padres de Matt, se encuentran sus hermanos mayores. El más mayor; Cristhoper, Adam, Marco y la única chica, Lara.
A pesar de la amena charla de nuestros padres, alguna que otra pregunta dirigida a mí y algún que otro comentario gracioso de Martín, la enorme sala principal de la mansión de los Wolf es inundada por una palpable tensión debido a la ocasión.

La tradición dicta que el cabeza de familia de la familia del alfa es quien debe pedir permiso al padre del omega para que la unión prosiga correctamente. Veo que el momento ha llegado cuando mi padre me dirige una breve mirada cargada de significado y después se aclara la garganta. De repente la sala queda en completo silencio y todos prestan atención a mi padre.
-Creo que ha llegado el momento de sellar esto Iván, nuestros hijos tienen mi permiso para completar la unión que la madre luna les ha brindado desde el inicio de los tiempos. ¿Qué hay de ti? – La manera tan tranquila con la que mi padre pronuncia esas palabras hace del momento algo solemne, como una promesa. La tensión sube con la pregunta que le dirige al señor Wolf.
En este momento siento un extraño frio en mi pecho, directamente miro a Matt que se encuentra enfrente mío, nuestras miradas se cruzan.
Pregunto internamente a mis guardianes y veo por el rabillo del ojo cómo Dao aparece al lado de Matt.

"Notamos presencia maligna" Escucho la voz de Balder a mis espaldas, Matt mira por un instante detrás mío antes de volver la mirada a mí. Mi mirada se desvía a las espaldas de mi ángel donde veo a Ivar.
"Nos encargaremos" Acto seguido ambos se esfuman y mi mirada regresa al señor Wolf, justo cuando pronuncia las siguientes palabras casi intentando fingir la misma ecuanimidad que mi padre.

-Para nuestro infortunio la mano de Matt, esta prometida a alguien desde hace años- El silencio cae pesado sobre cada uno de nosotros, incluso los cuatro sirvientes que se encuentran en la sala temen respirar.

De todas las palabras que podría haber dicho jamás imagine algo así, me obligo a calmarme y a recordar que las personas que tienen la palabra -por tradición- son los alfas más mayores. Observo a Matt que se encuentra pálido y boquiabierto por la sorpresa.

-Como entenderéis, nos encontramos en una situación delicada.- Veo a mi padre inspirar y volver la mirada de nuevo al condenado señor Wolf. Miro al techo levemente e inspiro intentando encontrar la calma que necesito, para evitar lanzarme al cuello del padre mi Omega.

-Supongo que entenderás que la unión bendecida por la madre luna no es algo que se pueda discutir.- Le recuerda quietamente mi padre.

Antes de que Iván pueda responder escucho la voz de mi ángel.

-Mi padre lo entiende Señor Andrade. Lo que no entiendo yo, es porque mi padre no me dijo antes que habían prometido mi mano a alguien a quien desconozco- Pronuncia dirigiendo la mirada a su padre.

-Hijo, debes saber que incluso la familia Wolf paso por sus peores momentos, la familia de tu prometido nos ayudó cuando estuvimos a punto de perderlo todo.-

"Tú prometido" Ese soy, maldito.

Veo como Matt intenta tranquilizarse para no hacer alguna locura, desvía la mirada de su padre hacia el lado contrario, allí se encuentra con la gélida y atenta mirada de Dao. Automáticamente sus hombros pierden tensión y vuelve la mirada hacia mí, le sonrió levemente para que entienda que estoy con él, y él me devuelve tímidamente la sonrisa.

-Sean quienes sean esas personas entenderán que el vinculo de la madre luna es sagrado y no debe romperse. Nuestros hijos no deben separase, son destinados.- Dice mi madre esta vez.

-No lo creo, Cassandra. Ellos no creen en los destinados. El prometido de Matt es Dominic, el heredero del aquelarre Kramer-

¿En qué diablos estaban pensando? ¿Y porque no me extraña? La tranquilidad que había conseguido albergar desaparece en un instante, un gruñido sale de mi garganta, al saber que Iván Wolf no tenia mejor opción que emparejar a mi Omega con el heredero del aquelarre más poderoso de brujos.

-Eso ocurría sobre mi cadáver, ningún brujo se llevara a mi destinado y mucho menos un Kramer- Iván me devuelve el gruñido, obviamente estoy faltándole al respeto al alfa de una manda en su propia casa y territorio.

-Concuerdo con mi Alfa padre, eso no ocurrirá bajo ninguna circunstancia- Dice Matt, se levanta de su asiento y se dirige hacia mí, me levanto y entrelazo nuestras manos.

"Mi Alfa" Mi lobo aúlla orgulloso por ello.

-Lo siento demasiado chicos- las palabras salen carentes de emoción de la boca de Iván, y antes de que pueda añadir nada, el mayordomo entra.

-Señor Wolf, El señor Kramer y su hijo están aquí- Veo como la notica cae bastante mal a todos en general, sobre todo a mi padre, que odia más que nadie a los brujos.

-Ya veo por quien se decanta usted, señor Wolf- Le escupo al jodido Judas. Matt busca protección en mí, le paso el brazo por los hombros y le beso la frente.

-Tranquilo, nadie te apartará de mí- le prometo en voz baja. El suspira imperceptiblemente y me sonríe mientras deja un leve beso en la parte descubierta de mi pecho.

-Lo sé Alfa-

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