La desdicha del enamorado

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Kramer e hijo hicieron acto de presencia en la gran habitación, a ojos desconocidos pareciera que la mismísima muerte apareció. Un aura oscura, ingobernable y poderosa actuaba como mantel de los brujos, otorgándoles la imagen de siervos de Lucifer.
Dominic mantenía una mirada perdida, muerta, que se clavaba en Matt y en el posesivo agarre alrededor de la cintura que el indeseable lobo alfa hacia delante de sus narices. A diferencia del Señor Kramer, este pasó su mirada por todos los invitados del señor Wolf, haciendo un breve asentimiento en dirección a Leo Andrade, hasta por fin detenerse en la figura de Iván Wolf.

Habló suavemente y con cierta burla en su tono.

-Cuando ayudé al clan Wolf esperé algo a cambio, y se me prometió. Ahora los fieles... lobos traicionan nuestro acuerdo. ¿Qué debo hacer?- Preguntó el Señor Kramer dirigiendo la pregunta hacia su hijo.

-Es verdad padre, no hemos pedido tanto, solo una unión entre ambas familias, tampoco hemos rogado que nos bajen su preciada Luna- respondió Dominic de manera clara y fría.

-Los brujos parece que ignoráis a propósito que el enlace entre dos almas es inquebrantable y sagrado- Esta vez el que habló fue el mayor de los hermanos Wolf, Christofer. Matt sintió verdadero alivio de tener al menos a uno de sus hermanos de su lado.

-No tenemos por qué romper el acuerdo, podemos modificarlo y ofreceros algo de vuestro interés a cambio- Por primera vez el señor Wolf habló en defensa de su hijo.

-Modificar- Repitió el Señor Kramer.

Sopesando el significado de esa palabra y de las siguientes que fuera a decir.
Miró a su hijo significativamente, Dominic hizo un delicado y escueto movimiento con su propia mano y entre humo negro apareció un papel, el cual se desenrolló y levitó de cara a los presentes de la sala.

Casi todos en la sala mantuvieron el aire en sus pulmones, desconociendo absolutamente que el mayor de los Kramer tuviera algún tipo de poder.

-Este, es el acuerdo que firmamos hace años, pero ya debes saberlo, ya que tienes una copia- Dijo Kramer refiriéndose a Iván.

-¿Recuerdas cómo lo sellamos?- Preguntó con un tono bajo, ronco y frío. Casi personificando al diablo.

-Con sangre.-

-Y según las normas que rigen nuestro pueblo, cualquier acuerdo sellado con sangre y que haya sido roto culminará con la muerte del traidor- Miró con desprecio a Iván.

-Tu mismo lo has dicho brujo, vuestro pueblo, no el nuestro. No sé qué hechizo maligno y mentiras llevaron al señor Wolf a firmar aquel acuerdo, pero debes saber que ese acuerdo firmado con o sin sangre no tienen ningún valor en nuestras manadas.- habló Diego, el cual se hartó de la presencia de los brujos.

-Y recuerda que gracias a la bondad de Wolf se te puede llamar invitado, lo cual no te da el poder de hablar de muertes, debes cuidar tu lengua cuando hablas en presencia de los jefes de manada y sus descendientes, no es nada personal, pero son las normas que rigen nuestro pueblo.- añadió algo socarrón.

Dominic se supo derrotado y sintió por primera vez el verdadero dolor que le nacía de un amor no correspondido. Observó la dulce carita de Matt y suspiró, semejante al ángel que se supo pecador, semejante a aquel que espera su descenso a los infiernos.

-Después de esta falta de respeto, solo queda una cosa por decir: - Dominic pronunció solemne y tranquilo, nadie sabía qué fuego vivo le quemaba las entrañas, la única barrera que detenia ese fuego de salir y engullir todo a su paso era irónicamente esa mirada de fuego que le devolvía Matt.

-El acuerdo firmado por Kramer y Wolf queda inválido por el poder de lo que se hace llamar el enlace de predestinados- dijo acercándose poco a poco a Diego y Matt, los cuales estaban custodiados por Ivar, Valder y un atento Dao.

-Y con ello queda descartada hoy, mañana y para siempre cualquier buena relación que pudiera nacer entre brujos y lobos.- Dijo mirando directamente a Diego.

-Dominic, basta- Pronunció El señor Kramer, dándose cuenta por primera vez de que su hijo estaba dejándose llevar por la ira y estaba perdiendo el control de sus poderes. Antiguas runas se dejaban entrever en los brazos y cuello de Dominic, la sala quedó sumida en un silencio asfixiante, el cual se llenaba paulatinamente de susurros que no eran de ninguno de los presentes de la sala.
Los ojos de Matt destellaron y Dominic se perdió en ellos un segundo. El pequeño chamán veía como la oscura sombra de Dominic se hacía más grande con el pasar de los segundos, temía que aquello hubiera sido culpa suya. Apretó la mano de Diego y se dejó ir de su agarre, Andrade confío en su destinado y lo liberó. Desconfiado, ordenó mentalmente a sus guardias que lo protegieran, por lo que automáticamente se posicionaron cada uno a un lado del chamán.

-No hagas esto.- Le cogió la mano, imágenes de una guerra sangrienta pasaron por la mente de Matt, el cual se encargaba de que vieran todos los presentes en la sala.

- No empieces una guerra entre razas, ambos sabemos lo poderosos que somos y el gran daño que podemos hacer- en las siguientes imágenes se mostraba el poder de Dominic, runas oscuras, sacrificios de todas las razas, fuego engullendo todo a su paso.

Gracias a sus manos unidas las escrituras pasaron a la piel de Matt, pero estas no eran oscuras ni derramaban oscuridad, en cambio, las de Matt eran de luz y destilaban calidez. -Ambos perderemos a casi todos nuestros seres más queridos si decides empezar esto.- Recuerdos de sus seres queridos muertos en un posible futuro se sucedieron por la mente de Dominic como latigazos.

Hastiado de lo que veía, se deshizo suavemente del agarre de Matt, sus manos se posicionaron en las mejillas de Matt, acariciándolo suavemente. Desconociendo que Valder e Ivar habían desenfundado sus espadas y estaban al tanto de cada uno de sus movimientos.

-Si decido empezar una guerra que puede significar la aniquilación de una o varias razas, no depende de mí, depende de ti- Se apartó y dirigió su mirada a Diego.

-Y como respuesta a tu insolencia y simple existencia tendrás el honor de conocer a mis buenos amigos Los Cazadores.- Acto seguido desapareció entre negras nieblas.

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