Queridos amores

53 5 2
                                    

Martín leyó la última pregunta del examen y obervó el reloj; le quedaban 4 minutos antes de que el profesor le quitara el examen. Inspiró hondo, observó a su amigo que ya había terminado el examen y le miraba devuelta. Este le guiñó el ojo con una media sonrisa.

Volvió su mirada al examen y empezó a escribir rápidamente para poder salir de ahí.

Pregunta nº 32: ¿Cuál es la diferencia entre vivir y existir?

- Mientras que existir es simplemente estar presente en el mundo físico, vivir es aprovechar esa   existencia para experimentar y participar activamente en la vida, buscando significado,   relaciones y experiencias que hagan que la vida sea valiosa y gratificante.

"Pensé que esto era psicología y no filosofía" piensa con burla. Dejó el boligrafo justo cuando el profesor se dirigía hacia su mesa para recoger su examen.

Recogió rapidamente sus cosas y se dirigió hacía la puerta dónde Abraham le esperaba.

-¿Que diablos se ha fumado esta vez el profesor?- El comentario de su amigo le sacó una carcajada que no pudo disimular, aunque tenía razón; el professor se había decantado demasiado por preguntas de filosofía cuando avisó que el tema predominante del examen sería conducta criminal.

-No lo sé, pero al menos casi todas eran sencillas, siendo este de los últimos exámenes lo agradezco- El ruido de aplausos provinientes del gran jardín dónde normalmente se llevaban a cabo conferencias les distrajo de su charla.

-Ahí van los nuevos de la facultad de psicología- Se asomaron al balcón que les mostraba unas 60 personas que era lo que aceptaba la facultad cada año, dos aulas.

-¿Es cierto que este año las razas estarán mezcladas?- Observa a su amigo, este se echó el largo pelo azabache atrás con la mano y dibujo una sonrisa en sus labios antes de responder.

-Este año hay muchas expectativas en esta facultad, todas las demás facultades tienen los ojos puestos en nostros- Se hacía una idea de lo quería decir; el año pasado casi todas las facultades por primera vez mezclaron a todas las razas en sus grupos y fué caótico. Nadie soportó mezclarse con alguien que no fuera de su misma especie. Peleas ocurrieron entre los dos grandes grupos: lobos y brujos.

La facultad de psicología, la de deportes y la de medicina fueron la exepción. Este año les tocaba a ellos, el siguiente a la de deportes y la única excepción sería la de medicina; ya que cada especie se especializa en su respectiva raza y excepcionalmente en la de los humanos por las grandes similitudes que guardaban con los sapien.

Martín observó a los nuevos con atención y entre el gentío una cabellera rubia le pareció conocida. Extrañamente su lobo empezó a arañar en su interior. Agudizó su vista para ver si el muchacho se giraba pero este se mantenía quieto y atento a las palabras del decano. Este llamó al director y Martín aprovechó el momento.

-Aúlla un poco bajo- Le dijo a Abraham. Este le miró con algo de extrañeza pero aún así cedió a la petición de su amigo. El cometido de Abraham tuvo los resultados que quería; muchos de los nuevos -lobos- aullaron en respuesta interpretandolo como un saludo de bienvenida, los demás que podrían ser dragones, vampiros o brujos miraron curiosos en su dirección.

El joven de cabellera rubia tambien curioseó en su dirección. Por un momento el aire quedó estancado en los pulmones de Martín. ¿Dónde había visto aquellos ojos grises, aquella mirada angelical y aquellos labios cereza? ¿De que le sonaba aquel bello rostro? El misterioso chico también le observó, casi con los mismos pensamientos. Este volvió la mirada hacia enfrente justo cuando el director terminaba de hablar.

-¿Te has enamorado de algún nuevo?- Abraham le pasó el brazo por el cuello y le atrajo hacia sí en modo juguetón. Extrañado del silencio de su ruidoso amigo.

EnlazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora