El reto

775 97 18
                                    

Las risas resonaban alrededor de la fogata en el campamento. Incluso las cazadoras, que normalmente trataban de mantenerse alejadas de los campistas, estaban sentadas bromeando mientras tomaban refresco.

— Muy bien, muy bien— habló un chico castaño, poniéndose de pie. Frente a la fogata, Leo Valdez sonreía en todo su esplendor— Al parecer es mi turno de elegir a las víctimas

— Jugadores, señor Valdez— Quirón estaba sentado en unas bancas ubicadas a varios metros de la fogata. A su lado, el señor D tomaba su preciado refresco light y la diosa Artemisa comía galletas de chocolate, cortesía de algunos hijos de Apolo— Son jugadores

— Eso, jugadores o lo que sea— con un movimiento de su mano le restó importancia a la corrección y miró con una sonrisa maliciosa a la multitud que lo rodeaba— Veamos... ¿qué les parece si reto a los tres pequeños?

Los mencionados miraron con curiosidad al chico castaño. Percy estaba descansando su cabeza en el hombro de Annabeth, Thalía platicaba con Reyna y Nico estaba a la mitad de comerse un bombón derretido que Will le ofrecía.

— ¿Qué tienes en mente?— Percy, con gran pesar, levantó su cabeza del cómodo sitio en donde estaba, esperando a que Leo continuara.

Leo se tomó un momento para asar algunos bombones en su mano y comerlos, con el fin de generar algo de suspenso.

— Los reto a pasar una semana de viaje con sus padres— después de declarar aquello de oyeron varios jadeos sorprendidos y risas ahogadas entre los presentes. Incluso los dioses prestaron atención a la conversación que estaba ocurriendo.

Percy miró con curiosidad a Leo antes de mirar a Annabeth, esperando a que le diera alguna idea para salir de ese problema. Antes de que ella pudiera responder, alguien más preguntó lo que tenía en mente.

— ¿Y si me niego qué?— preguntó Nico con la voz rasposa. Debido a la sorpresa se había ahogado con el bombón y Will tuvo que darle varios golpes en la espalda para que lo escupiera.

— Tendrás que hacer la limpieza de baños, cocina y cabañas del campamento durante cinco meses— declaró el señor D, logrando callar las objeciones de Nico— Creo que a las arpías les hace falta compañía, ¿no lo crees, Nico?

Nico se limitó a cruzar los brazos y apoyar su cabeza en el hombro de Will, comenzando a maldecir en varios idiomas a la vez, mientras el chico rubio le daba palmadas reconfortantes en la cabeza.

— Suena divertido y todo, pero tengo deberes con la caza y eso no lo puedo evitar— Thalía sonrió satisfecha con ella misma, convencida que había salido de esta.

— Tienes mi permiso, teniente, para tomarte una semana libre— la sonrisa en el rostro de Thalía se borró rápidamente, dando paso a una mueca de horror— Puede que te sea bueno explorar nuevos entornos sin la presencia de las cazadoras.

— Como diga, mi señora— murmuró enojada, aplastando una galleta que acababa de agarrar.

— ¿Por qué no son como Peter? Él no se ha quejado— el señor D señaló a un apaciguado Percy, probando su punto.

— En este momento se encuentra más dormido que despierto— informó Annabeth— Es my probable que por la mañana haga el berrinche de su vida.

— Pues no le daremos tiempo— Quirón se puso de pie y se acercó a la fogata, levantando sus manos para hacer silencio— Mañana mismo invitaremos a los Tres Grandes para que vengan al campamento y les puedan informar sobre su reto. Ahora, vayan a dormir, mis campistas.

Los campistas y las cazadoras se fueron retirando lentamente. Percy ya estaba completamente dormido por lo que Annabeth tuvo que pedir la ayuda de Clarisse para llevarlo a su cabaña. Thalía se alejó pisoteando y dando pequeñas descargas eléctricas a los que estaban cerca de ella. Nico siguió maldiciendo en su camino a la cabaña con Will a su lado, nadie se molestó en preguntar por qué los dos iban en la misma dirección.

Mañana sería un día ocupado para los tres semidioses.

Viaje familiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora