Chatarra andante

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— Señor, ¿podría quitarse la gorra y los lentes de sol?

Zeus miró con recelo a la empleada que le pedía eso. Ni siquiera estaba en este lugar por voluntad propia. Unos idiotas (Hera y Poseidón) lo habían obligado a comprar el transporte para su estúpido viaje familiar. ¿Por qué no se lo pidieron a Hades? El cabrón se limpiaba el culo con el dinero que tenía y le sobraba para darle a su hijo depresivo. Las injusticias de la vida.

— ¿Y como por qué me los quitaría?— contestó, cruzando los brazos y tratando de verse más amenazante.

— Son como las 9 de la noche, señor. Se ve muy sospechoso en mi opinión— la empleada le regaló una sonrisa amable, pero el cansancio se reflejaba en sus ojos— Tendré que llamar a la policía si no coopera.

— ¿Sabe con quién está hablando?— gruñó Zeus, listo para eliminar a la empleada que lo estaba molestando.

— Lo sabría si se quitara la gorra y los lentes— fue la astuta respuesta. Zeus puede no saber muchas cosas, pero algo que aprendió por la experiencia (gracias a tener como hermana a Deméter) es a saber qué batallas podría ganar. Y esta, claramente, era una perdida.

Con un suspiro se quitó los malditos objetos que lo habían metido en este problema. La empleada asintió con su cabeza, como si lo estuviera consolando por la batalla que acababa de perder. Malditos mortales.

— ¿Busca algún modelo en específico?— la empleada, Clara, como decía en su gafete que acababa de notar, comenzó a caminar alrededor de los autos— Tenemos varios autos deportivos y camionetas en promoción.

Zeus se distrajo un rato viendo los bonitos carros deportivos. Había uno amarillo increíble, muy digno de él. Tal vez si le pedía a Hefesto un auto...

— Entonces, ¿qué va a querer?— Zeus salió de su sueño. Estaba decidido, le diría a Hefesto que le hiciera un auto con dibujos de rayos para que pudiera pasear con varias mujeres que se encuentre en el camino. Oh, qué genial se vería— Señor, ¿me está escuchando?

— Eh, sí, sí, claro. No sé por quién me toma— sacudió la cabeza para concentrarse. Tenía una misión que cumplir— Voy a ir de viaje con mis hermanos y nuestros hijos. Quiero un auto en el que podamos viajar por una semana.

— Un viaje familiar. Qué encantador— Clara lo guió a una sección de enormes camionetas de diferentes colores— Estas camionetas tienen un buen motor y buenas llantas, ideales para un viaje por carretera.

Zeus se paseó un rato por las diversas camionetas. Aprovechó para tomarle fotos a algunas de ellas. Futuras referencias que Hefesto podría tomar para construir su auto.

— ¿Ya se decidió?

— Mire, le voy a ser totalmente honesto. Odio a mis hermanos y a sus hijos, ¿entiende? Me están obligando a ir a este estúpido y maldito viaje, por lo que quiero un auto cómodo, pero no lujoso. Algo barato, como dirían ustedes. Para que no vuelvan a querer salir conmigo.

La empleada parpadeó sorprendida, procesando la extraña declaración que el cliente acababa de hacer.

— Bueno... tenemos algunas casas rodantes que están en oferta— ofreció dudosa. ¿Por qué los raros siempre llegaban en su turno?

— Ya nos estamos comprendiendo, señorita.


Notas:
Así es como Zeus consiguió la casa rodante que se menciona en la parte 2 de la historia en Facebook.
Grande Zeus.

~ Silent skull ☠️

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