Las cazadoras ya se habían ido cuando ellos llegaron de su viaje. Sus padres (Zeus) prácticamente los habían arrojado del auto y se marcharon, deseándoles un buen día.
Thalía les dio una sonrisa nerviosa antes de marcharse también, Artemisa estaba a su lado con cara de pocos amigos.
Nico se alejó pisoteando con fuerza, probablemente para ver a Will en la enfermería. Le dedicó una sonrisa burlona cuando pasó a su lado, señalando a Annabeth que se acercaba con furia.
Percy tragó saliva y recogió con rapidez sus maletas, forzando a sus piernas a correr a su cabaña, tal vez así ganaría algo de tiempo.
Al llegar azotó con fuerza la puerta y se permitió respirar, tratando de recuperar algo de tranquilidad. Esa paz no duró mucho por los golpes que se oían en su puerta.
— Soy una arpía limpiando— habló Percy, haciendo su voz más aguda y ronca (¿cómo hizo eso?)— Kikiriki cuack .
— Abre la puerta ahora mismo, Perseus Jackson— contestó Annabeth, golpeando con más fuerza.
Demonios, dijo su nombre completo.
— ¿Kikiriki cuack?— volvió a decir con duda. Así le hacían las arpías, ¿no?
Cinco segundos después y Annabeth estaba dentro de su cabaña, la puerta medio destrozada por una patada que su novia le dio.
En cualquier otra situación esa acción lo prendería un poco, pero ahora se concentró en alejarse y tal vez pedir clemencia.
— Oye, Beth. Te ves preciosa el día de hoy, te extrañé mucho— murmuró sonriéndole con nerviosismo— Cada día se me hizo eterno sin ti. Te estuve anhelando desde el amanecer cuando tu cabello se hace uno con el sol hasta el anochecer cuando tus ojos alumbran más que todas las estrellas en el cielo.
Eso detuvo efectivamente un momento el paso enojado de Annabeth. Parpadeó sorprendida y un adorable sonrojo cubrió sus mejillas y orejas.
La sonrisa de Percy cambió de nerviosismo a una de adoración hacia la chica rubia.
Desafortunadamente, el hechizo pasó más pronto de lo de esperado. Annabeth sacudió la cabeza y avanzó con renovada ira hacia él.
— Tienes suerte de que tu madre esté de vacaciones en este momento, o si no jamás volverías a ver una comida azul en lo que te queda de adolescencia— Annabeth estaba frente a él, con el ceño y labios fruncidos— Te peleaste con una botarga OTRA VEZ. ¿Cómo es que te peleas dos veces con una botarga, Percy? ¿CÓMO?
— ... ¿impulso de idiotez?— respondió sin estar seguro, esperando no empeorar las cosas.
— Pues tu impulso de idiotez le costó dinero al señor D— la rubio lo tomó de la muñeca y lo arrastró hacia fuera, dirigiéndose a la casa grande.
— ¿Él qué?
— Técnicamente él es el adulto responsable de ti en este momento, con tu mamá fuera y Quirón con los nuevos— explicó la chica, apretando con más fuerza su muñeca— ¿A quién crees que el señor Z le mandó la factura de la multa?
Percy parpadeó sorprendido ante la nueva información. Distinguió varias vides a lo largo del camino y miró a Annabeth con confusión.
— El señor D no reaccionó bien al ver la cantidad de dinero y se negó a pagar en primer lugar— Annabeth parecía saber lo que pensaba en todo momento. ¿Era algo lindo o tenebroso?— El señor Z le aumentó el castigo 10 años y enfureció más. Perdió dinero y alcohol en un día.
— Sí... ¿y por qué vamos a la casa grande?
— Él ordenó llevarte ahí en cuanto llegaras del viaje. Quiere... hablar contigo.
— ¿Eh?
— Tiene muchas misiones y trabajos comunitarios para que le puedas pagar lo que gastó en ti.
Percy ya ni siquiera trató de escapar y se resignó a su destino de lavar los baños durante meses (o años).
Pero para que quede en la mente de todos.
Él fue una víctima del capitalismo.
~ Silent skull ☠️
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Viaje familiar
UmorismoSoy Silent skull, ahuevo. El contexto de estos cortos está en la página de Facebook: Mythposting de Persassy. Para más información entra a la historia. Resumen para los lectores de Wattpad que no siguen la página: Un viaje familiar con los tres Gr...