Percy y la botarga: ronda 2

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— Sí, mamá. Es el cargador blanco de iphone— Percy caminaba por las calles de NY mientras hablaba por su celular— Voy a estar bien solo, no necesito que mandes a Paul... Sí... Vuelvo en un rato.

Colgó cuando logró tranquilizar a su mamá. Accidentalmente había roto el cargador del celular de su madre. En su defensa, no sabía que los cables esos eran tan sensibles.

— Bienvenido, señor. Cualquier problema que tenga no dude en buscar a un empleado— saludó una chica que estaba en la puerta de la tienda.

— Gracias— contestó, avanzando rápidamente hasta los estantes con los cargadores.

Estuvo un rato buscando el cable correcto y unas cosas que Leo le había encargado al saber que iba a ir a la tienda.

— ¿Por qué carajo todos son blancos?— murmuró para sí mismo, paseándose entre los estantes. Maldito Leo que ya le había dado el dinero, así que a fuerzas tenía que comprarle su chuchería.

— ¿Necesita ayuda señor?— preguntó una voz a sus espaldas. Percy asintió sin voltear a ver y le enseñó una pequeña hoja de papel con varios artículos anotados.

— Sí, no encuentro el iPad mi-

— Tú...

Percy parpadeó sorprendido ante el tono rencoroso que el empleado usó. Se giró para preguntar qué había pasado cuando lo notó. Él reconocería ese labio partido y ese ojo morado donde fuera.

— La cajita feliz— gruñó Percy, apretando los puños.

— Mocoso endemoniado— dijo el empleado, antes conocido como cajita feliz— ¿Qué haces aquí?

— Vine a comprar, ¿tú qué haces aquí?

— Trabajo aquí.

— Vaya día de mierda— murmuró Percy, guardando la nota.

— Querías una computadora, ¿verdad?— preguntó el empleado feliz (muy bien Percy, ponle un apodo al ex-cajita) casualmente.

— No.

— Es una lástima, tendrás que comprarla— el empleado feliz arrojó una computadora al suelo, rompiéndola efectivamente— Ay, muchacho, rompiste la computadora. Tendrás que pagar por ella.

— ¡Oiga, yo no hice eso!— rezongó Percy, cruzando los brazos.

— ¿También rompiste un iPad?— el empleado feliz volvió a arrojar un iPad y lo rompió— Tsss... esto va a salirte caro, jovencito. Espero que tengas una buena mesada.

— No voy a pagar nada.

— Entonces tendré que llamar a seguridad— el empleado feliz se acercó a Percy y comenzó a darle pequeños golpes en el hombro— ¿Qué vas a hacer mocoso? ¿Eh?

— Haré que mi padre pague la multa— murmuró, para después darle un cabezazo al empleado feliz.

El empleado feliz cayó sobre la mesa de computadoras y la rompió. Percy no le dio oportunidad de levantarse y se estrelló contra el empleado.

Podía escuchar la voz de Annabeth en su mente: "Ya déjalo, ya está muerto". Probablemente le hubiera hecho caso si el empleado no le hubiera dado una patada ahí abajo.

Su mamá quería nietos. ¿Qué le va a decir?

El empleado feliz aprovechó su momento de shock para cambiarlos de lugar. Ahora era Percy el que recibía los golpes.

Piensa, Percy. ¿Qué harían Thalía o Reyna?

La imagen de una Thalía pateando al empleado y Reyna grabando la golpiza llegó a su mente.

Antes de que pudiera reírse, los guardias los separaron a ambos y los entregaron a ambos a la policía que los esperaba afuera.

— Vimos las cámaras— dijo el policía en la comisaría—No tendrás que pagar lo que el ex-empleado de esa tienda rompió, pero dado que causaste desorden público pagarás una multa. ¿Algún familiar que pueda venir por ti?

— Eh... ¿puedo llamar a mi papá?

— Dime su nombre y podrás llamarlo después.

— Poseidón... Jackson. Sí, Poseidón Jackson. Por cierto, ¿guardaron el cargador que iba a comprar?

Esto se menciona en la parte 6 de la historia en la página. Esta es la historia que Percy les estaba contando a Thalía y Nico

~ Silent skull ☠️

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