¿Cómo sabe Poseidón hacer porros?

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Ah, los 60.

Los gloriosos 60.

Poseidón caminaba felizmente por las calles de Nueva York. Había logrado huir un rato del océano sin que Anfitrite y Tritón se dieran cuenta.

Normalmente trataría de ligar con algunas señoritas, pero la mayoría de ellas estaban en alguna especie de protesta a dos cuadras de donde estaba.

Todo el mundo hacía protestas hoy en día. Era interesante, por así decirlo.

Decidió cambiar de calle al ver a un grupo de estudiantes con carteles discutir con la policía (probablemente protestando). Terminó caminando por una calle algo abandonada con edificios mal cuidados.

Al pasar cerca de un edificio escuchó varias risas provenientes del interior. Con cuidado se acercó y abrió ligeramente la puerta, siendo recibido por humo.

Un grupo de 8 personas estaban sentadas en círculo, en sus dedos descansaba una especie de cigarrillo que Poseidón nunca antes había visto.

— Tío Poseidón— saludó una de esas personas. Al observarlo bien, Poseidón pudo identificarlo como su sobrino, Apolo— Pasa, pasa.

— ¿Qué están haciendo?— preguntó una vez se sentó con ellos

— Fumar, ¿no lo ves, hermano?— contesto un chico. Parecía un hippie— La gloriosa planta verde.

— ¿Quieres hacer uno, hermano?— otro chico le ofreció un pedazo de papel y unos trozos de algo verde.

— ¿Cómo se hace y por qué lo hacen?

— Es una forma de rebelión o algo así—murmuró Apolo, tomando una calada de su cigarrillo extraño.

— Así es, hermano. Que se joda la policía y el gobierno— una chica rio tontamente después de decir eso, para después tomar una calada del mismo objeto.

— ¿Son hippies?— murmuró Poseidón a Apolo, mirando con curiosidad a los mortales que estaban con ellos.

— Creo, la mayoría de jóvenes mortales se unieron a protestas. Algunos contra la guerra, las señoritas por... eh...— Apolo giró su cabeza y llamó a una chica— Oye, Lisa, ¿ustedes por qué están protestando?

— Queremos el derecho de decidir sobre nuestro cuerpo y la equidad de género, rubio— contestó la chica. Era la única que no estaba fumando, pero parecía disfrutar del humo.

— Sí, eso. En fin, ¿quieres aprender a hacer porros?— Apolo le sonrió con malicia, agitando el papel y la bolsa con trozos de algo verde

—¿Porros?

— Así se le llaman a estos, hermano— el chico de hace rato le palmeó la espalda, incitándolo a hacerlo.

— Claro, ¿qué podría pasar?

Después de dos horas Poseidón ya había dominado el arte de hacer porros y fumarlos. Así que en este momento él estaba en su mundo feliz.

— Creo que quiero un unicornio— murmuró atontado.

— Yo tengo uno, le puse Fred— un joven señaló a la pared de enfrente— Ahí está, mi hermoso Fred.

— Eres un idiota— habló la chica de hace rato— Eso es un pegaso.

La discusión se detuvo abruptamente cuando las puertas del edificio se abrieron de par en par. Varios policías entraron con las armas en alto.

— Y aquí es cuando nos vamos— proclamó Apolo, sujetando el hombro de Poseidón y desapareciendo en una rayo de luz que cegó momentáneamente a los policías, dándoles la oportunidad de escapar a los hippies que les hacían compañía.

Los mortales tenían cosas maravillosas en opinión de Poseidón.

Y entre ellas estaban los porros.

Notas:
Esto se menciona en la parte 4 de la historia en la página.
Apolo fue el que le enseñó ese nuevo mundo a Poseidón.
Gracias por leer.

~ Silent skull ☠️

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