Pasó un tiempo en que para la joven pelinegra fue eterno, ni siquiera sabía cuántos días habían transcurrido desde que la metieron ahí. Kenny había sido de gran ayuda, gracias a éste Mikasa no se había muerto de hambre ni de sed. El hombre iba, aunque no todos los días y se mantenía al tanto de ella. Cuando iba a verla, nunca lo hacía con las manos vacías, eso le era suficiente para sobrevivir el infierno de estar sola y padeciendo de tantas cosas inhumanas. Hubo varias ocasiones en las que los guardias eran sumamente groseros con ella, no sólo eso, la veían de una manera que Mikasa ya conocía, y eso le era detestable, porque la llenaba de miedo y angustia.
Por su parte Kenny a pesar de ser un hombre orgulloso, soberbio y poco amable, logró mantener una cercanía con la chica. Al saber que estaba encinta tubo más la necesidad de apoyarla, aunque se lo negara a sí mismo y no lo aceptara, se sintió en la obligación de cuidar de ella. Eso no hizo más que recordarle a una persona, alguien parecido. Aquel que encontró hace mucho tiempo atrás hecho huesos en ese sucio cuartucho, y el que alimentó, cuidó y enseñó a defenderse, aunque no como un padre lo haría, de hecho, estaba lejos de serlo. Él no era esa clase de persona, no era un buen hombre como para ser el padre de alguien, pero tampoco era un ser desalmado como para haberlo dejado morir, sólo hizo lo que pudo, y cuando estuvo seguro de que el muchacho ya podía valerse por sí mismo, lo dejó. Fue lo mejor, y desde entonces no lo volvió a ver, sólo oía rumores, y de ahí supo que logró salir de la cuidad subterránea.
Sabía que ahora era el gran aclamado Capitán, el hombre más fuerte de la humanidad, como todos lo llamaban. Eso a Kenny le parecían puras patrañas, debido a que toda esa gran fuerza y energía se debía a su poder oculto, del cual nunca le advirtió.
Él y Mikasa platicaban de varias cosas cuando iba a visitarla. La azabache sentía bastante tranquilidad con su simple compañía, aunque también se resistió a la idea, porque no sabía si era cierto cariño o simplemente se debía al miedo a la soledad. Kenny se aseguraba de que los soldados no se pasaran de listos con la indefensa chica, ya que, conocía la clase de personas que eran, y no dudó que estos estuvieran tramando algo para perjudicar vilmente a Mikasa. Usó su influencia para persuadir a aquellos hombres, bastó con sólo mirarlos y unas cuantas palabras para dejarles en claro que se mantuvieran lejos de la chica.
Sin darse cuenta los días transcurrieron, Dos semanas habían pasado, dos semanas en las que Levi no durmió ni descansó por pensar en ella. No sólo él, también sus amigos. Armin no paraba de llorar cuando se quedaba solo; Eren, aunque no llorara se veía a simple vista lo mal que la estaba pasando, Hange al considerarla parte de ella también padecía por su ausencia. Ni siquiera podían ir a verla, porque, según ellos no estaban autorizados. Y eso no hizo más que enfurecerlos a todos quienes querían saber algo de la pelinegra.
Para ese entonces, la Legión de Reconocimiento había puesto en marcha su ataque contra la titan femenina, sin embargo, nada salió como esperaban. En su lugar sólo obtuvieron más bajas, un desastre y la derrota total. No sólo fue el fracaso de capturar a Annie, sino que, en plena batalla, se descubrieron dos infiltrados más, lo cuales escaparon.
La pelea dejó daños irreparables. No sólo murieron soldados, miembros de la Legión, Guarnición y Policía Militar, si no también civiles quienes eran los más importantes de proteger. Era completamente lamentable. Ahora que sabían la magnitud del enemigo al que se enfrentaban, tenían más preguntas que respuestas y desgraciadamente ahora el cuerpo de exploración estaba completamente en la mira. No sólo de la Policía Militar, en la mira de todos. Las personas ya no los veían como héroes, más bien como los causantes de tanta desgracia y destrucción. Entre tanto caos, obtuvieron cierta información que resultó ser de gran importancia, aunque ciertamente perturbadora, y era el hecho de haber encontrado un titán dentro de los muros. También lograron descubrir que un pastor de la secta adoradora de los muros, sabía ciertas cosas importantes y, aunque no las quisiera compartir, harían que lo hiciera. Es por eso que lo tomaron en custodia con mucha discreción.
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UNA ELECCIÓN CON REMORDIMIENTOS [RIVAMIKA]
FanfictionMikasa Ackerman, es una joven muy fuerte conocida como la soldado que vale por 100 hombres. Distante, seria y reservada con todos, a excepción de sus seres más cercanos, que la conocen bien, ya que saben el triste y melancólico pasado que ha sufrido...