CAPITULO 30: GOLPE BAJO

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Conforme pasaba el tiempo, se volvía más insoportable aceptar si la decisión del capitán fue correcta. Eso jamás le había pasado, ni una sola vez había dudado tan siquiera un poco. En cada acción y movimiento que hacia a lo largo de su vida, jamás pensaba en si el resultado hubiese sido mejor o peor. Y eso se estaba volviendo costumbre.

Los días pasaron demasiado lento para todos. Todos habían perdido a un ser querido, a un ser amado, a un amigo, a un compañero. En la legión se sentía la pesadez de la pérdida y un enorme hueco que difícilmente sería llenado. Las personas que antes estaban, ya no lo harían, ya no volverían, y lo único que quedaba era mirar hacia el frente.

Eren estaba muy afectado por la partida de su amigo, el único a decir verdad, quién estuvo a su lado por muchos años desde que eran pequeños. No obstante se prometió asimismo cumplir sus objetivos y su promesa para que al menos eso honrará su memoria, además no podía quedarse lamentando, debía ser responsable con la legión y la humanidad.

En los adentros y desde la soledad de su habitación, Mikasa yacía entristecida sola y vacía. A pesar de que su hijo estaba próximo a nacer, no lograba quitarse ese pesar del alma.

¿Cuánto más tendría ella que soportar? ¿No había sido suficiente ya con perder a sus padres, su inocencia y hasta su libertad? Ahora perdía a su amigo, su hermano, ese joven incondicional y puro, el más sincero y transparente que conoció. Si tan solo hubiese estado presente, lo hubiera protegido y puesto a salvó, eso la llevó de nuevo a guardarle rencor a su compañero, quien desde el principio, se ensañaba contra ella, el ser más despreciable que le había hecho tanto daño y en todos los sentidos.

Fueron días en los cuales ella no paraba de reclamarle, de culparlo, de hacharle en cara que no cumplía nunca sus promesas y que de nada servía tanto poder y su gran cargo en la legión, si no era responsable con su palabra, pues estas se quedaban en el aire. Después de tantos reclamos, finalmente ella se cansó, no le quedaron fuerzas ni para seguir peleando por algo que no tenía solución, y solo se quedaría con el dolor y sobrellevando su pena, sola, como siempre.

La joven le aplicó la ley del hielo, no tenía ganas de hablar con nadie, ni siquiera con Eren, tan solo se encerró en la alcoba y miraba por la ventana casi todo el día. A pesar de que ya no lloraba tanto como el principio por acabársele todas las lágrimas, eso no quería decir que ya no sintiese nada.

Levi hacía un enorme esfuerzo por sacarla de esa depresión que poco a poco acababa con ella. Eso por supuesto le dolía, odiaba ver cómo la mujer de su vida, a la que conoció con una enorme capacidad, ahora se encontraba hundida en una gran grieta de tristeza y quebranto. Nunca imaginó verla de esa forma; hace unos meses admiraba como ella iba y venia de un lado a otro con tanta energía, que dejaba cortos a todos los que la rodeaban. Recordaba esa mirada profunda e hipnotizante que lo conquistó, su determinación y disciplina en los entrenamientos, pero mas que nada, esa motivación que le daban sus dos grandes amigos.

Ya no soportaba ni un minuto más en ese infierno que el mismo provocó. El la arrastró hasta ese abismo sin fondo lleno de lagrimas. Y aunque ya no había nada que hacer, pues el tiempo no se podía regresar, no lograba encontrar tranquilidad ni descanso ante las consecuencias de sus actos.

- Te he traído un estambre nuevo. - dijo Levi a una decaída Mikasa que miraba a la nada por la ventana. - he visto que ya no tejes por que ya se te acabaron todos los hilos. - le extendió el objeto para que lo tomase, pero no obtuvo respuesta de ella. - es un color distinto, yo lo escogí.... Me pareció un buena idea cambiar de tono...¿no te gusta?...

La chica simplemente desvió la vista dejando en claro su irritación.

- Entiendo. - recogió el objeto y lo guardó. - no te preocupes, lo cambiare cuando vuelva al pueblo. También te compraré otro juego de agujas y ganchos... batas nuevas y un par de vestidos para que los luzcas cuando mejores.... Te sacaré más seguido para que nuestro hijo conozca los alrededores.

UNA ELECCIÓN CON REMORDIMIENTOS [RIVAMIKA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora