Microfalda ©️

Capítulo 5

Por la tarde, Paola y yo hicimos la tarea en mi casa. No había padres, así que teníamos toda la tarde para nosotras. Creo que la tarea arruinaba una buena tarde sin padres.

—Ailyn... —dijo ella luego de rato.

—¿Qué pasa, cielo? —pregunté mientras abría mi mochila.

—Creo que fuiste un poco mala con Abraham...

—¿Por qué piensas eso? —La miré extrañada.

—Porque lo trataste muy mal...

—Pero era un grosero y un patán —repliqué.

—Pero solo quería ser amable, creo.

—No hay amabilidad sincera dentro de esa cosa tatuada.

—Hum...

—Cielo, no hablemos de cosas desagradables... Recuerda que debemos leer el capítulo erótico de nuestra novela. "Mujer enamorada".

—Sí, tienes razón. ¡Hagamos la tarea rápido!

Así que nos pusimos a trabajar. La tarea de lenguaje estaba complicada, pero después de horas de tareas terminamos.  Guardamos los deberes con ansia y abrimos Wattpad desde nuestros celulares.

Era hora de leer el capítulo que a mí a Paola nos gustaba. Wattpad se ponía cada vez más latoso y me pedía actualización: claro que no. Bueno, abrimos el capítulo y comenzamos a leer.

Las escenas eróticas llegaron de golpe. Nos agarró y ya no nos soltó.

El capítulo era tan intenso que Paola se mojó antes que yo. Cruzamos las piernas para seguir leyendo el capítulo que estaba a punto de terminar.

Paola terminó con las bragas muy mojadas. Creo que hasta mojó su falda. En cambio yo terminé con una excitación superlativa.

Por error abrimos una tienda online. Venta de muñecos de condones, vibradores y dildos con correa. Estaba tan excitada que hubiera querido uno de esos. No tenía ganas de reír, sino de gemir.

—Voy al baño —dijo Paola y se levantó apurada.

—Vale —dije y cerré Wattpad.

Quise entrar al baño también luego de unos minutos. Paola se había tardado mucho.

Me levanté y cuando llegué, Paola se estaba masturbando cerca del lavabo. Creo que estaba por terminar porque emitía gemidos tímidos. ¿Se estaba tocando por la novela o por Abraham?

Debía alejar de mi cabeza esas ideas locas.

Me regresé al cuarto y ya no pude más con mi excitación. Me despojé de la falda y la ropa interior y comencé a meterme los dedos en la vagina en busca de placer.