Salimos a comer todos juntos para luego pasar a un pub y reírnos un poco. Luego llegamos a una discoteca en la cual me divertí mucho con Franco entre saltos y risas. Cuando llegué a la barra pedí dos cervezas. Mientras esperaba mi orden un chico alado mío me sonrió, yo hice lo mismo. Se veía muy lindo.
- Te invitó algo ¿quieres?- me preguntó.
- No, gracias.
- Dos Whisky a las rocas por favor- pidió.- ya hice la orden ahora tendrás que acompañarme a terminar de tomarlo.
- Es ley- recordé ese dicho en mi temprana juventud.
- Sí, es ley… siéntate- así lo hice y las cervezas llegaron al mismo tiempo que la orden del lindo chico.
- ¿Fondo?- yo sonreí, era buena con las bebidas así que no importaba.
- Okey
El chico lindo moreno se lo tomó en un segundo y yo me quede picada.
- Pide otro
- Como gustes- la orden volvió a llegar pasando lo mismo que hace un momento. Franco llegó a buscarme ya que tardaba mucho.
- Porque tardas, la estamos pasando en grande.
- Estaba bebiendo unas cuantas copitas de mi bebida predilecta.
- No me digas- dijo con ironía en medio del bullicio. Tomó su cerveza y yo la mía dejando de lado al chico del trago gratis.
- Anda a divertirte, yo me quedo aquí bebiendo unos tragos más.
- Te estaré vigilando ¿vale?
- Vale.
Volví a darle la cara a la barra y el moreno seguía allí bebiendo de lo mismo pero más despacio. Frente a mi había un vaso lleno y supuse que era la tercera ronda.
- ¿fondo?- pregunté
- Como quieras.
Al terminar el chico se levantó de su asiento.
- ¿Dónde vas?- pregunté.
- A buscar diversión a otro lado.
- Entonces gracias por esto- agite el vaso con hielo. El chico sonrió maliciosamente, esa sonrisa me helo la piel. Comencé a sentir un mareo horrible y mi corazón daba saltos agitados, estaba perdiendo el equilibrio hasta que las manos del moreno me sostuvieron.
- Necesitas aire fresco- el moreno me besó el cuello y comenzó a sacarme del lugar. Yo cada vez estaba peor y perdiendo la conciencia. Drogas, me había drogado el puto imbécil. “jamás desvíes la vista de lo que bebes” me había dicho una vez Hugo. Aquí estaba mi error, después de tanto tiempo.
Después de salir de la discoteca y sentir el aire fresco, comenzamos a caminar hasta un auto color rojo. Caí en el asiento de atrás con la cabeza en las piernas de alguien.
- Allí está tu juguetito- le oí decir al moreno, yo me acomodé en el asiento ya que no estaba en condiciones de huir, no tenía ni fuerza para hablar.
- Mi hermosa Eva… ¿no te dije que no confiaras en nadie?- Hugo, esa voz era inconfundible y ahora sí que tenía miedo. Necesitaba huir de allí.
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Vínculo - Enamorada de mi amante
RomanceR (Restringido por contenido erótico) Eva, una cantante de rock y Bryan, actor en ascenso en el cine de Holliwood; Aburridos e increíblemente interesados el uno en el otro, decidirán jugar a los amantes para conseguir darle algo de diversión a sus...