Hambre, tenía mucha hambre, ¿será así para todas las mujeres en estado de gestación? Esperaba que sí o me sentiría un caso raro.
Bryan no llegaba con lo que le encargué ¿acaso es tan difícil conseguir Paella de un restaurante Español en pleno pueblo de Italia? No sería tan difícil ¿cierto? Si lo mando a buscar algo así en un restaurante español es porque solo ellos saben cómo prepararlo al punto.
- ¿Habrá chocolate caliente?- murmuré.
Era invierno y adoraba estar aquí y ver caer copos de nieve por la ventana, eso no pasaba en Los Ángeles, allí solo llovía en esta época y hacia más frio de lo normal, pero no pasaba de eso aunque aquí llovía mucho más a decir verdad.
Cuando salí de la habitación para ir a la cocina me encontré con mi padre. Él estaba visitándome porque Navidad se festejaría en unos días por lo que tendríamos visitas en el trascurso de la semana.
La casa era muy grande de estilo campestres asique se sentía todo muy cómodo y hogareño.
- Hola hija, ¿necesitas algo?
- Quería chocolate caliente…
- Oh, ya te lo sirvo.
- Tranquilo, yo puedo hacerlo, estoy embarazada, no invalida.
- Jeje solo quise ser atento con mi hija.
- No es necesario, enserio. Si quieres cocino algo para ti.
- Deja eso, ya tu mucama me hizo un almuerzo abundante y muy rico, por cierto ¿Dónde está Bryan?
- Fue a cumplir uno de mi antojitos- creo que me brillaron los ojos, adoraba cuando Bryan corría a conseguir lo que se me apeteciera.
- Haber, haber, haber mi niña, esto me parece familiar. Tu madre en cada embarazo me explotaba haciéndome ir y venir a su antojo solo porque quería comer esto y lo otro para luego decir “no quiero, ahora quiero peras en vez de manzanas” por ejemplo.
- No sabía que mi madre había sido tan inteligente- sonreí admirando la algarabía de mi madre.
- Ja, diría que malvada.
- Pero consiguió tenerte en la palma de su mano. Haré eso mismo.
- ¿no quieres oír lo que pasó cuando me arte de su jueguito?
- No, ahora se me ocurrió algo para fastidiar a Bryan.- dije animada.
Me puse a cocinar Paella (ya que bien sabia como hacerla) mientras conversaba con mi padre sobre regalos y sobre quienes vendrían el 24 de diciembre para después sentarnos a comer (mi padre obligado obviamente).
- Querida, ya llegué.- lo oí gritar desde el vestíbulo.
- Estoy en la cocina, cariño.
Bryan entró en la cocina con una sonrisa típica de él con una bolsa de la cual sacó una capa de cartón que abrió seguido de la imagen de una paella al punto.
- Misión cumplida- dijo él en un suspiro.
- Oh mi amor, discúlpame, me olvidé de avisarte que decidí preparar mi especialidad, Paella.
- La aprendió a hacer en nuestro viaje a España- intervino mi padre- fue obligada por mí, claro.
Un ceño fruncido apareció en su cara. No sabía que su bonita sonrisa era una fachada de toda la exasperación que tenía en el fondo así que sonreí en su cara para luego hacerle un puchero inocente.
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Vínculo - Enamorada de mi amante
RomanceR (Restringido por contenido erótico) Eva, una cantante de rock y Bryan, actor en ascenso en el cine de Holliwood; Aburridos e increíblemente interesados el uno en el otro, decidirán jugar a los amantes para conseguir darle algo de diversión a sus...