[capítulo 2]

3.4K 257 130
                                    

El mexicano se encontraba tirado en su cama viendo hacia el techo, ayer ONU le envío un mensaje diciendo que hoy a las 9 en punto de la mañana un carro lo recogería para llevarlo al aeropuerto e ir a Washington para ser encerrado en la cárcel blanca que la gente llama hospital. Palabras más, palabras menos.

El tricolor se encontraba esperando ese auto desde las siete y media de la mañana, la noche anterior había preparado su equipaje, nada especial solo playeras, muchos jeans, unas cuantas camisas y ropa interior, también guardó un paliacate rojo que a veces solía usar, obviamente también contempló sus artículos de higiene personal como jabón, shampoo, desodorante, cepillo de dientes y rastrillo. México era alguien sencillo.

Había despertado a las seis de la mañana, se bañó y bajó su equipaje para después prepararse unos chilaquiles y un café.
¿Por qué despertó tan temprano? Pues, ese rumor de que los mexicanos siempre están tarde para todo... es cierto, pero México ya estaba cansado de que siempre le dijeran lo mismo así que intentaba cambiar ese aspecto, no siempre lo lograba puesto que las malas costumbres no se olvidan, pero lo intentaba.

Escuchó el sonido de un claxon y rápido bajó las escaleras, tomó su maleta y salió de su hermosa y gran casa que compartía con sus estados que habían ido a sus casas individuales. Cuando salió cerró la puerta bajó llave y subió al auto. Ya ahí envió un mensaje al grupo que tenía con sus hijos, sólo para avisar que ya se iba. Todos sus hijos ya sabían a dónde iría, México les contó todo apenas llegó a su casa después de la reunión sorpresa de la ONU así que ellos sólo respondieron con un "de acuerdo 'apa, te vemos en un mes".
Bueno, en realidad no les contó TODO, sólo dijo que tendría que salir del país durante un mes por órdenes de ONU.

El camino al aeropuerto fue cómodo, el tricolor logró sacarle buena plática al chófer, este le contó que su sobrina iba a tener un hijo, pero que aún no sabían quién era el padre porque al parecer el esposo, un tal Iván, había sufrido un accidente en el tiempo en que ella supuestamente quedó embarazada y toda la familia cree que el verdadero padre es Javier, el ex de Marisol, la embarazada.

—Cómo ve patrón, aunque aquí entre nos yo creo que el verdadero padre es Mauricio, desde que ese hombre se volvió amigo de mi sobrina Marisol sólo ha traído desgracias a nuestra familia. Al día siguiente que nos lo presentó se nos murió la abuela chelito. No no no, Dios nos libre patrón— dijo el chófer Omar mientras besaba la cruz que colgaba de su cuello —Pero bueno, ya llegamos patrón, bajese que le ayudó con su equipaje.

Los dos hombres bajaron del auto y sacaron las maletas de la cajuela, el chófer acompañó al country hasta dentro del aeropuerto. Que agradable sujeto.

—Muchísimas gracias Don Oscar, ya tiene mi número, ahí me llama cuando sepan más sobre quien es el padre. Ah, y dígale a Marisol que se cuide de su prima Sandra, pa'mi que le quiere bajar al Iván.

—Claro patrón, yo le digo. Suerte en su viaje.

—Cuídese Don Oscar— se despidió el del águila mientras caminaba a la puerta de abordaje.

El trayecto fue tranquilo, se durmió durante el viaje y cuando despertó estaban por aterrizar.
Fuera del aeropuerto tomó un taxi que lo llevó hasta el hospital, ahí ONU lo recibió y lo llevó hasta una habitación. Aún faltaban algunos países por llegar pero en el camino se encontró a Canadá.

—Oh, hi Mexico. I think your room is next to mine and USA.

—Que bien maplecito, seguiremos siendo vecinos. Are you looking for the gringo?

—Yes, he went for some water but has not returned yet, when I find him we will visit you in your room— le sonrió con calidez al contrario.

—Bien, bueno yo ya me voy, see you maple.

México x todosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora