Au moderno! Senjuro Rengoku

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El menor de los Rengoku se encuentra caminando hacia su clase, llegó temprano a la escuela así que, mientras camina es posible notar lo tranquilo que es, por ende la hora se puede suponer. Cuando es más tarde hay muchos alumnos caminando por los pasillos del colegio, se escuchan muchas voces por las pláticas que tienen... Senjuro sonrió al estar sintiendo tranquilidad. Sin embargo esta se vio opacada por un susto.

Llegaste de repente, el rubio estaba concentrado y cuando lo abrazaste por la espalda, dio un brinquito del susto. Notaste como se estremeció entre tus brazos.

—¡Buenos días, Rengoku-kun! —saludaste haciendo que él volteara.

Todo esto una vez te separaste de él.

—B-buenos días, _______ —saludó nervioso.

¿Quién no estaría nervioso si la chica que le gusta hace eso? No dijiste nada más, y mientras le tomabas de la mano se metieron al aula. Tomaste asiento detrás de él.

—¡Estoy feliz de volver a verte! —exclamaste feliz mientras te levantabas.

Lo tomaste de las manos haciendo que él se sonrojara, no tenía que dar una respuesta tan complicada o larga; hasta un "pienso lo mismo" serviría, sin embargo el hecho de ser tú hace que le sea difícil pensar. Senjuro no sabía que responder, el hecho de que más personas llegaran fue lo que lo salvó.

—Yo también... —murmuró cuando te alejaste.

Cuando te acercaste a saludar a tus amigos también los abrazaste, a tu amiga le diste algunos besos en la mejilla y luego los tomaste a los dos de la mano para poder ir a sentarse. Se sentaron en la fila de al lado donde se encuentra el joven rubio, él suspiró cuando los vio. Juntaste tu lugar con el de tu amiga, y luego se pusieron a hablar. Senjuro se sintió mal que de un momento a otro dejaras de hablar con él. A veces pensaba que tu cariño o muestras de afecto de ti hacia él, son solo un jueguito de tu parte.


Después de algunas clases toca sentarse a comer, Senjuro buscó su bento para después sacarlo y abrirlo. Justo cuando iba a comer, lo interrumpiste antes de que pudiera dar el primer bocado.

—Recuerdo que una vez dijiste que sabes cocinar —te sentaste a su lado.

—Claro —respondió comiendo un poco de arroz después.

—¿Ese bento lo hiciste tú? —preguntaste.

Él asintió, y una vez tragó su comida volvió a hablar.

—Yo suelo cocinar para mi hermano y para mí, pero cuando el despierta más temprano cocina él —respondió con una sonrisita. —¿Quieres probar?

—¡Por favor!

Pensaste que Senjuro te daría una cuchara o los palillos aparte para que tu agarraras, pero en cambio agarró algunas verduras y las acercó a ti, abriste la boca, cuando la estaba dentro de tu boca sacó los palillos. Apareció una sonrisa tímida acompañada de un leve sonrojo en el rostro de tu compañero, comenzaste a masticar, un brillito apareció en tus ojos mientras pasabas la comida; en verdad está deliciosa. El rubio estaba ansioso por escucharte decir algo, no podía con los nervios y el hecho de que seas tú quien probó su comida lo hace sentirse más nervioso aún.

Kimetsu no Yaiba | One Shots  | #2 PAUSADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora