No entendías la situación, mucho menos lo que estaba sucediendo. Tu mamá se encuentra llorando desconsolada, aún sujetando el celular cerca de su oreja. Todo es tan confuso que, aunque quieras apoyarla es imposible; cuando te acercaste a ella te pidió que te alejaras, lo hiciste en seco. Cuando por fin alejó el celular de ella, te volteó a ver, sus ojos rojos e hinchados adornaron su cara con lágrimas que seguían bajando por sus mejillas.
—Tu abuela falleció...
Fueron tres simples palabras que te hicieron sorprenderte, tragaste saliva con el corazón latiendo a mil; querías abrazar a tu mamá, pero ella se alejó.
—Ya no vamos a tener su apoyo, asegúrate de conseguir una beca si quieres terminar de estudiar.
—Pero mamá-
—¿No me entendiste? No tenemos dinero para pagar tu colegio, consigue una beca para que nos quites un peso de encima.
Ya no dijiste nada más, diste media vuelta y comenzaste a caminar, alejándote del lugar.
Saliste a dar un paseo, te duele la muerte de tu abuela; está claro, pero tampoco es como para abandonar la escuela si no consigues una beca. El colegio no es caro, si bien tu familia es de bajos recursos; tus estudios son lo mínimo de todo lo que gastan. Tampoco podías dejar de estudiar, estás sólo a un año de por fin terminar la preparatoria, luego de haberla dejado dos veces con anterioridad; no quieres que una tercera vez se vuelva a repetir. Estás a dos días de que tus vacaciones terminen, solo un año para dejar de estudiar.
Hundida entre tantos pensamientos, chocaste con alguien; subiste la mirada para poder ver a esa persona.
—¡Discúlpeme, discúlpeme! —dijiste rápido.
Se trata del hermano de uno de tus profesores, lo reconoces debido a que suele ir a verlo, pero tu profesor lo ignora.
—¡N-no! Discúlpame a mí —empezó a hacer un montón de reverencias al igual que tú.
—Ay no... Que pena —murmuraste mientras te limpias las lágrimas.
El dejó de hacer reverencias, te miró de reojo, y así se dio cuenta de como te limpiabas la cara con la manga de tu ropa. Desvió la mirada, se comenzó a pensar mucho si preguntar que sucedía o solo despedirse e irse. Entonces decidió, con la voz temblando, sintiéndose chismoso, habló.
—¿Estás bien? —lo volteaste a ver.
Se dio cuenta de el leve rojizo en tus ojos, ahí fue cuando sus nervios se apoderaron de él, aún más. Nunca se había encontrado en una situación así con una chica, mucho menos llegó a encontrar a una llorando; y ahora cuando es el momento no sabe que hacer. Una sonrisita apareció en tu rostro.
—Claro, lo estoy —respondiste metiendo tus manos en las bolsas de tu sudadera.
• • •
"No estoy para nada bien..." pensaste mientras hacías garabatos en tu libreta, no entiendes la tarea de química, menos la de matemáticas. Pensaste que sería buena idea dejar las tareas fáciles para el final, así comenzando con las difíciles será más rápido terminar, sin embargo fue una muy mala decisión. Ya que no entendiste lo de matemáticas pasaste a química, tampoco entendiste. La hora libre que tienes va a terminar pronto y tu la desperdiciaste haciéndote la tonta frente a números y letritas en una ecuación. Guardaste todas tus libretas, y te recostaste sobre en tu lugar.
Cerraste los ojos, pero escuchaste como la puerta se abrió y alguien decía "buenos días".
El primer regaño del día, Iguro está frente a ti echándote en cara tu mal rendimiento en su material, y quizás después siga Sanemi. Su clase había pasado con normalidad, pero tú día no. En cuanto saliste de la sala de profesores te encontraste a quien menos querías ver.
ESTÁS LEYENDO
Kimetsu no Yaiba | One Shots | #2 PAUSADO
Fanfiction×No yaoi. ×No shipps. √ "x lectora" √ Yuri √ Lemon qlero √ Spoilers Segundo libro de One Shots! El primero se encuentra en mi perfil, son 200 partes para que te diviertas leyendo. 👌🏻 Si tienes un pedido, por favor pregunta por disponibilidad y en...