Inosuke Hashibira

17.8K 1K 590
                                    

—¡Inosuke, no te muevas! —te quejaste con el pelinegro.

Suspiró y dejó de moverse. Los dos se encuentran en un manantial, tú lavando su cabello. Él tenía el ceño fruncido y estaba medio sonrojado.

—Ni siquiera sé que haces aquí —habló. —¡Podría hacer esto yo solo!

—Lo creo pero dudo —respondiste. —Tengo mucho tiempo libre y no deseo estar en mi hogar.

—¿Por qué diablos no te gustaría estar en tu maldito hogar? —preguntó volteando a verte.

Alejaste tus manos de su cabello, una risita salió de tu boca. El ojiverde no pudo hacer nada porque estaba confundido por tu acción, cuando vio que no respondías nada; sacó sus manos del agua y casi te jala donde él. Lo miraste y retomando tu compostura pensaste que responder (desviando tu mirada del joven).

—No me gusta mi familia —fue tu única respuesta. —Volteate, casi puedo verte todo.

Te tapaste la cara con las manos.

—¡Me niego! —respondió cruzándose de brazos. —No entiendo que tiene de malo que me veas y tampoco porque no te gusta tu familia.

—Te explicaré sólo si volteas —sonreíste quitando tus manos.

Obedeció.

—Sabiendo que decir eres fácil de tratar —comentaste mientras tomabas agua con tus dos manos y se la echabas al cabello.

Él no dijo nada más. No lo aceptaba en voz alta pero se siente realmente tranquilo con tus acciones, su natural impulsividad se ve opacada por la calma que le das. Si bien su actitud se suaviza contigo, no deja de ser impaciente, así que se puso a jugar con el agua. Había un silencio entre los dos y lo único que se escuchaba era el sonido del agua, hasta que hablaste. La respuesta sorprendió a Inosuke, no sabe lo que es tener una familia o bien sentirse amado; las cosas que le has dicho tampoco le dan una buena impresión, ni siquiera sabe como describir el cómo se siente contigo. Sólo que al escucharte, esperaba una respuesta diferente.

—No me gusta —fueron tus palabras. —Es horrible que me obliguen a hacer cosas que no me gustan.

—Eres realmente rara —respondió.

—¿Lo dice el chico impulsivo? —reíste. —Por eso me encanta estar contigo. Eres muy lindo.

—¡No digas esas tonterías de mí!

Volteó a verte, salpicó agua en el acto y te mojó. Te echaste a reír. El agua salpicó la parte baja de tu kimono, así que; creyendo en la idea que habías pensado antes (la cual no querías realizar), teniendo tanta confianza con Inosuke, terminaste quitándote el kimono lo más rápido que pudiste y te metiste al agua junto a él. El de puntas azules te vio con los ojos abiertos, era la primera vez que veía a una mujer de esa manera y tan de cerca. Sólo te estabas tapando los pechos usando tus brazos, los cuales están cruzados. Inosuke de inmediato se volteó.

—¡Eres una idiota! —su voz temblaba.

—Realmente me gusta estar contigo.

—Deja de decir tonterías.

—No, de verdad. Adoro estar contigo —él volteó.

En cuanto te miró, alejaste tus brazos de tus senos y te acercaste para abrazarlo. Era una imagen linda... Pero Hashibira no sabía que hacer.

—¿Q-qué mierda haces? —preguntó con notorio nerviosismo.

—Te demuestro mi amor —respondiste. —¿Mi cariño? Eres una de las primeras personas a las que quiero mucho, nunca me olvides.

Kimetsu no Yaiba | One Shots  | #2 PAUSADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora