𝙺𝚗𝚘𝚌𝚔 𝚔𝚗𝚘𝚌𝚔 - ☾︎Kookmin☽︎

VIII

El rubio se dio el gusto de despertar tarde y solo vagar por su casa envuelto en una manta siendo protegido del frío del exterior. El calor que proporcionaba y conservaba la manta no le satisfacía lo suficiente por lo que observó a su alrededor encontrándose con aquella hermosa chimenea a leña de ladrillos...

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El silbido de Jimin fue el que llamó la atención de Jungkook, quien se hallaba cortando la leña que había recolectado con el rubio anteriormente en trozos más pequeños. El castaño ignoró aquel sonido y siguió en lo que estaba presumiendo más de la cuenta su fuerza y los músculos de su espalda cubiertos por la camisa blanca un tanto transparente empapada en sudor.

—¿Hay algo que no puedas hacer? Cantas, cocinas, dibujas, trabajas, y ahora cortas leña como un experto. ¿Hay algo que no puedas?— Habló Jimin acercándose a su novio.

—Creo que... Uno, dejar de amarte y dos, dejar de amarte y... Creo que nada más. — Contestó Jungkook mirando al chico sobre su hombro.

—Olvidaste el dejar de ser tan sexy. — El rubio paso sus manos por la ancha espalda de su contrario.

—Ah, sí, también se me olvido eso. — Presumió el joven.

—Anda... Entra a la casa y nos quitamos el frío de otra forma...— Dijo el rubio con una voz sensual y posteriormente lamió el lóbulo de la oreja del castaño.

—Mi amor... Deja que termine aquí y te sigo...— Respondió el otro tratando de controlarse.

El rubio quedó frustrado con esa respuesta por lo que siguió tentando al contrario acercándose por detrás nuevamente y abrazándolo por la cintura, aprovechando de desabotonar su camisa e introducir sus manos acariciando el abdomen marcado y sudado de su castaño.

—Cariño por favor... Deja que me concentre...— Pidió el castaño disfrutando de las caricias.

—Está bien... Pero déjame verte sin camisa. — Propuso el rubio.

—¿Quieres que sea tu modelo de calendario erótico? — Se burló Jungkook.

—Mi modelo de calendario erótico, mi actor porno, mi stripper, mi semental y mi todo, bebé. — Señaló Jimin siguiendo el juego.

El castaño solo soltó una risa dejando el hacha a un lado y decidió seguir a su novio al interior de la cabaña en donde él estaba mediante tirones sensuales.

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—Pero ya no estás aquí para eso...— Dijo el rubio con hilos de voz observando la chimenea.

Mientras el muchacho estaba en su atmósfera de recuerdos y frío, la patrulla de policía estaba parando a unos escasos metros de distancia de la casa de Jimin observando si había actividad sospechosa. Jungkook escuchó a las ruedas detenerse y abrió los ojos con pesadez analizando el vehículo atentamente.

El castaño cuando despertó bien se dio cuenta que los oficiales bajaron del auto y caminaban en esa dirección en específico por lo que se levantó rápidamente ignorando el dolor de su cuerpo y echó a correr esperando que los policías no le persiguieran de cerca, pero eso no sucedió pues los policías se veían centrados en llegar a la puerta en busca de Jimin. Los golpes eran bastante violentos, pero no tanto como lo eran los de Jungkook.

Jimin chasqueó la lengua echando la cabeza para atrás y se levantó del sillón para caminar hacia la puerta y abrirla con algo de miedo, su corazón se detuvo y su rostro perdió el color en cosa de segundos al ver a los oficiales de policía frente a su puerta sin expresión de muchos amigos.