III

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Como de costumbre, Jungkook despertó temprano y fue a la cabaña de Jimin con el fin de poder observarlo como normalmente hacía. El pequeño rubio estaba tomando desayuno con un mejor rostro que de costumbre, lo que produjo que una sonrisa se dibujara en los labios del castaño al ver que su pequeño estaba mejor; tocó suavemente con sus dedos a la ventana tratando de llamar la atención del chico, cosa que logró pues Jimin elevó la mirada hacia esa ventana observando hacia afuera tratando de buscar lo que había producido ese sonido. El castaño agitaba la mano saludándolo pero pareciera como que Jimin no lo veía o lo estaba ignorando olímpicamente pues solo se centraba en mirar bien por si acaso fue una piedrita o algo por el estilo lo que golpeó su ventana.

Cuando ya el rubio estaba listo para irse a su trabajo, fue a buscar su bicicleta como siempre sin percatarse que había dejado mal cerrada la puerta de la cabaña por lo que Jungkook se dio la libertad de entrar y así cerrar él la puerta por dentro para que Jimin no se asustara al volver y darse cuenta de que no había cerrado su vivienda. Cual cliché de esposa antigua, Jungkook despidió con su mano al chico que tomaba camino con su bicicleta al trabajo para luego voltearse y examinar con atención la morada.

Le extrañó que todo estuviera tan desordenado, ya que Jimin siempre le regañaba a él de que era un desorganizado por siempre tener su habitación hecha un desastre con todo tirado por todos lados mientras que el pequeño era bastante meticuloso en temas de organización en todo ámbito. Suspiró y se quitó el saco que llevaba de prenda, había tratado varias veces de ir a su casa y cambiarse de ropa, pero toda su ropa se sentía tan pesada que le incomodaba demasiado y por lo tanto decidió dejar de intentarlo y vestir siempre con aquel traje formal con el que había despertado de un día para otro.

Con papel y lápiz en mano comenzó a anotar cómo debía organizar las cosas según los gustos del chico: la ropa debía ser por prendas similares de colores más oscuros a más claros, los libros debían ser por autor, los víveres debían estar divididos entre dulces, salados, enlatados y agregados, los platos debían estar en una perfecta columna simétrica al igual que los cubiertos. Dejando la lista sobre un mueble, comenzó a ordenar los libros esparcidos por el escritorio de madera, el suelo y los sillones por autor encontrando varios libros que le pertenecían a él y sonriendo al ver que Jimin los había conservado por mucho que antes le decía que se perdían de la nada, en especial aquellos de Edgar Allan Poe de los cuales siempre el rubio se quejaba de que eran confusos o perturbadores para su gusto cuando para Jungkook poco menos que le ayudaban a dormir o a reír por el mismo contenido.

Ya con el escritorio listo se le hizo confuso que no hubiera ningún documento o examen de la universidad en ningún lado, pues Jimin era estudioso y siempre conservaba cosas como esas, por lo que no encontrar ninguna se le hacía demasiado extraño así que decidió investigar más acerca de eso, enterándose que Jimin había dejado la universidad después de haber sido ignorado en una petición contra el bullying que sufría mediante los correos electrónicos de su computadora. La noticia le llegó como un puñal al corazón al castaño pues se sintió dolido al no poder enterarse de nada de eso por palabra de su novio y tener que saberlo a la fuerza y por casualidad, cuando él asistía a la universidad en ningún momento había notado que le hacían bullying a Jimin ni nada parecido... Posiblemente era porque él era uno de los jugadores de fútbol del equipo y por lo tanto su popularidad protegía a Jimin de meterse con él sabiendo que después tendrían que meterse con Jungkook si lo llegaban a tocar...

Pasó sus manos por su cara y cabello unas cuantas veces con el propósito de despejar un poco su mente de aquella herida.

{Puede que le haya dado vergüenza decirme sobre el bullying y lo de dejar la universidad... O que estaba muy mal en ese momento... O no quería preocuparme... Pero sus razones ha de haber tenido... No creo que haya sido por no tenerme confianza o algo de ese estilo...} Pensó el castaño volviendo a centrarse en ordenar la cabaña.

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El cansado cuerpo del rubio cruzó el umbral de la puerta y se dejó reposar sobre el sillón más grande con la cara contra los cojines respirando pesadamente relajando sus músculos. Jungkook sonrió al ver al tierno chico tan cansado mientras que él terminaba de arreglar el recipiente de comida que le había preparado a su novio en el interior del refrigerador sin hacer ruido.

La reacción del rubio no fue nada grata para el castaño al momento de que él se sentó, pues Jimin había saltado arrinconándose contra uno de los apoya-brazos al momento en que el castaño se sentó lentamente con el objetivo de darle caricias entre sus hebras doradas. La expresión del joven que ahora tiritaba era de terror total, pues estaba contemplando con sus propios ojos como a su lado había una hendidura como de alguien sentado, pero ahí no había nadie.

Jimin nunca había creído en eso de los espíritus errantes, cielo e infierno y demás conceptos abstractos popularmente conocidos y difundidos, pero ahora que estaba viviendo en carne propia aquella aparición sobrenatural en su casa y a pocos centímetros de él, entendía que algo malo estaba pasando y lo peor de todo era el no saber qué. Jungkook no entendió la razón del miedo de Jimin pero si logró entender la incomodidad que estaba produciendo en él, por lo que se levantó rápidamente del sillón y dejando un beso en la mejilla del chico decidió retirarse de la cabaña con un dolor pulsante en su pecho por haber sido desconocido por su novio. Las lágrimas volvían a bañar las mejillas del castaño por el pesar que le producía el no poder estar con Jimin estando extrañamente con él.

El shock de Jimin no le abandonó hasta unos segundos después de que la puerta fue cerrada con suavidad, en donde se desató una verdadera tormenta de sentimientos negativos pues su ser se bañaba en miedo de que sucediera lo mismo y de no saber quién era el alma que había entrado a su casa así como también de anhelo pues habría dado todo lo que tenía por tener a Jungkook ahí con él para protegerlo o como mínimo acompañarlo y tranquilizarlo, pero no podía y eso también le daba rabia al tiempo que culpabilidad... Jungkook ya no estaba con él y nunca volvería.

El castaño no estaba tan calmado como siempre pues ahora para liberar sus malos sentimientos se dedicó a darle golpes a todo lo que se encontrara delante de él sin importarle lo que fuera pues por fuerte que golpeara al objeto no lograba sentir dolor llenándolo de confusión pero estaba demasiado saturado con la falta de amor y acercamiento de Jimin como para buscar ayuda o tratar de encontrar alguna solución por lo que se rindió y se sentó en el suelo apoyando su espalda en el tronco de un árbol dispuesto a dormir para intentar olvidarse un poco de todo.

𝙺𝚗𝚘𝚌𝚔 𝚔𝚗𝚘𝚌𝚔 - ☾︎Kookmin☽︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora