Mi celular me hizo despertar. Era un mensaje de Leandro.
L: reunión de perras en mi cuarto en cinco, No hay desayuno especial hoy.
"Drama queen".
Camine hasta el refrigerador por un par de jugos, antes de entrar a la cueva del terror. Di unos leves golpes en la puerta, Leandro la abrió dramáticamente, haciéndome sentir pequeña. Jalo mi brazo para que entrara, acto seguido, cerró la puerta. Me tomo de mis hombros haciendo que caminara hacia atrás para que me sentara sobre su cama, tomo la silla de su escritorio para sentarse frente a mi.
-Si esto es un interrogatorio, mejor regreso a mi dormitorio.
-Ni te muevas, que vi lo qué pasó con Demian hace unos días.
Le di uno de los jugos.
-¿Algo pasó el sábado?
-No -mi voz comenzó a temblar.
-Confía en mi, no le dire nada.
-No ha sucedido nada.
Ya pasaron días, hoy es viernes. Demian y yo entregamos a tiempo el trabajo, no fue el mejor, pero, obtuvimos una buena calificación.
Las chicas me preguntaron por el varías veces, y los chicos igual, excepto Matías. No me dirigía la palabra o contestaba mis mensajes. Me canse de escribirle dos días seguidos. Lo quiero mucho, pero, no le rogare el cariño. Valgo demasiado para estar de sumisa con alguien. Leandro me noto rara estos días, creo que por eso solicito reunión en el cuarto del terror.-¿Te metiste con el?
Me quede callada.
-Persefone, ¿te metiste con Demian DiMaggio?
-Siendo sincera, no estoy segura del todo.
-Maldito idiota -Leandro se paró de la cama, camino hacia la puerta lleno de coraje.
Me pare y lo detuve, jalando del brazo izquierdo.
-No lo hagas, puede que sea mi culpa -comencé a llorar -Yo tome de más, deje que se aprovechara de la situación. Tengo flashbacks extraños, y desperté sin ropa interior -me derrumbe, quedando de rodillas frente a el- No estoy segura de cómo sucedió o que hicimos, pero se que estaba ahí cuando desperté. No se si yo quería, no se si me obligo o no.
Se arrodilló y me abrazo, lloro conmigo.
-Es un cobarde, no lo puedo llamar amigo después de esto.
-Por favor, no digas nada. Despúes de lo de Hugo, no quiero volver a hablar con policías sobre eso.
-Perséfone, desearía que nunca te hubieran violado, y mucho menos quería una segunda. Al aprovecharse de tu estado, es violación. Pero esto, no se quedará así.
Me cargo hasta la cama, de nuevo comencé a sentirme vulnerable. El ser víctima de ello, es un dolor que no se lo deseo a ninguna persona. No se si con Demian paso o no, pero, se aprovecho, y eso dolía.
-¿Irás a la bienvenida?
Lo había olvidado, era el día de la bienvenida de la facultad, las chicas no les quedaba de otra que acompañarme. Tenía ganas de salir con ellas, y me hacía falta. Más ahora.
-Si, ya tengo las pulseras. Servirá para despejarme.
-¿Quieres que las acompañe?
-Pero, hoy tienes ensayo con la banda.
-Al carajo la banda, no tocaré en la banda donde esta el patan que se metió con mi hermanita estando intoxicada.
-Okay okay, conseguiré otra pulsera.
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ESTACIONES
Teen FictionAl ser la menor de cuatro hermanos, y sufrir por un corazón roto, la vida de Perséfone cambió. Formó una fortaleza en la cual no se permitía volver a caer en los enredos del amor, pero en su cumpleaños veinte, comenzo a desvanecerse la barrera. Un p...