El Cáliz de Fuego: La segunda prueba

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...Fui al baño con el huevo. No sabía a qué se había referido a Alba, pero decidí echar algo de agua en la bañera.

Cuando por fin decidí meter las piernas, llegó Alba. Le pregunté que a qué se había referido con que fuera al baño junto con el huevo, pero en lugar de contestarme, ella me enseñó una sorpresa. Había traído una pequeña cría del dragón a la que le había puesto nombre y jugueteaba con ella como si fuera un pequeño cachorro. Yo la miré extrañada, pero luego entendí que, en Alba eso era algo normal y comencé a reír. Ella también sonrío.

El caso es que también tenía el huevo, se sentó a mi lado y extendió las piernas dentro del agua. Me dijo que metiera el huevo en el agua, yo le hice caso. Pero ella comenzó a reír, no se refería a eso. Se refería a que lo metiera, lo abriera y lo escuchara debajo del agua. Yo sumergí la cabeza junto con el huevo y lo abrí. De pronto apareció una adivinanza. Alba hizo lo mismo que yo y las dos empezamos a descifrar juntas el acertijo.

Mientras tanto, el pequeño dragón seguía correteando por todo el baño y, al final, se cayó en el agua. Nos pusimos a reír, pero eso nos dio una idea, la adivinanza debía llevarnos al Lago Negro en el que estaba el calamar gigante y tendría que suceder la segunda prueba allí. Las dos estábamos de acuerdo, así que fuimos corriendo a hablar con el director para contarle que la prueba podría tener lugar cuando él deseara. El director aplaudió entusiasmado, ya que lo habíamos resuelto muy rápido, y dijo que la prueba sería al cabo de una semana.

A la semana siguiente, nos dirigimos hacia el Lago Negro, allí cada uno tendría que utilizar su inteligencia, astucia y experiencia como bruja.

Alba había optado por unas branquialgas que se comió y le permitirían estar bajo el agua durante una hora, exactamente lo que duraba la prueba. Yo, por el contrario, había preferido un encantamiento con el que me podría poner una burbuja que me permitiría respirar bajo el agua. Cuando cada una estuvo lista, nos sumergimos al sonar la campana. Pasados unos veinte minutos, llegamos al fondo del lago. En él, vimos un par de sirenas que protegían a alguien detrás de ellas pero no pudimos observar quiénes eran. Nos costó un tiempo deshacernos de las sirenas, pero cuando lo logramos nos costó todavía más liberar a los prisioneros lo que más me sorprendió fuimos ver quiénes eran los prisioneros, nos extrañamos bastante. Al final nos pareció algo lógico, ya que no conocíamos a nadie de aquella época. Cuando salimos llegamos en patadas, eso quería decir que teníamos la misma cantidad de puntos y que saldríamos a la vez en la tercera prueba pero solo quedaba esa para desempatar.

𝙷𝚊𝚛𝚛𝚢 𝙿𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛 𝚢 𝙴𝚕 𝙴𝚜𝚌𝚞𝚊𝚍𝚛ó𝚗 𝙷𝚘𝚐𝚠𝚊𝚛𝚝𝚜 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora