Las llaves: Una nueva integrante

4 3 0
                                    

Estábamos en la biblioteca buscando alguna solución para aquella puerta cuando yo salí del pasillo con varios libros y una chica que corría por el mismo pasillo chocó conmigo y nos caemos juntos con los libros de ella y los míos.

-¡Perdona, lo siento, no miraba por donde iba!-Dijo la chica mientras me ayudaba a recoger los libros.

-No pasa nada pero ten cuidado, ¿eres nueva?-Dije yo tratando de ser amable tras levantarme de nuevo.

-Sí, no llevo mucho tiempo pero muchas gracias...

-Alba, me llamo Alba.-De repente Irene me llamo-

-Bueno, Alba, te dejo, ¡lo siento mucho! Dijo corriendo de nuevo por el pasillo, debía estar apurada

Me reuní con Irene para darle los libros hasta que de pronto me di cuenta que uno no era mío, debía ser de la chica de la busqué pero al no encontrarla volví a la mesa donde Irene y Amelia buscaban algo para abrir la puerta.

Me senté con ella si estuvimos mucho rato buscando en los libros hasta que nos quedamos en libros a excepción del libro de la chica y por si había suerte lo leímos. ¡El libro trataba de lo que buscábamos! Lo cogimos prestado de la biblioteca y volvimos a la casa para leer tranquilas y tratar de averiguar algo. Al llegar allí nos sorprendió ver a una chica, era baja y de Hufflepuff al parecer, vestía unos vaqueros negros y una camisa amarilla con detalles negros, confirmamos, era de Hufflepuff ya que llevaba la corbata de la casa. Su cara era más bien una mezcla de rebeldía y amabilidad, un tanto rara, era de piel clara y con pocas pecas, tenía unos bonitos ojos de un color oro preciosos y su pelo era corto pero un tanto ondulado.

Seguimos algo lejos de la chica y Irene me dijo que me adelantara me acerqué a la chica, Irene y Amelia iban atrás mía. La chica me reconocéis y sonrío, pero a la vez nos preguntó que hacíamos allí y le dedicamos la misma pregunta con la con la cual se puso nerviosa.

-Buenas, me llamo Clara.-Nos dijo con una gran sonrisa en la cara. Tras un rato hablando nos fuimos conociendo y parecía que fuéramos amigas de toda la vida, juntas estuvimos leyendo el libro y descubrimos que al parecer cada casa tenía una reliquia, una llave, que habrían cada candado.

-Bueno ahora toca encontrarlas, ¿pero cómo...?- Dijo Amelia. Amelia era muy lista y observadora pero Clara nos miró y no se explicó-

-Si no se lo decís a nadie os cuento- Nosotras a sentimos- Sé dónde está la de Hufflepuff y est...

De repente un ruido interrumpió la frase de Clara y entonces me di cuenta. Ya era la hora de comer y si no nos presentábamos nos castigarían todas nos levantamos apresuradamente gritamos:

-¡Accio Saeta de Fuego!- Gritaron todas salvo yo que dije; accio Nimbus 2001, mi escoba.

Tras unos minutos no aparecían las escobas y volvimos a recitar el hechizo pero sin resultar al final optamos por buscar otra opción. Yo silbe con toda mi fuerza y tras unos minutos una mancha se acercaba desde el cielo a gran velocidad, Clara se asustó al ver que un enorme bestia aterrizaba a pocos metros de nosotras, era un hipogrifo, Buckbeak, más concretamente el hipogrifo de Hagrid.

Les señale a las chicas para que se presentarán con una reverencia para ver si aceptaba a las chicas el devolvió el saludo y nos dejó sobrevolar los gastos terrenos en su lomo. Cuando íbamos a entrar a hurtadillas en el comedor intentando no llamar la atención el profesor Snape nos paró en la entrada del comedor y nos llevó aparte, en el pasillo nos echo la bronca y cuando se casa directamente saco diez puntos a cada casa, Clara iba a protestar y el profesor casi se cabrea más pero sutilmente conseguir calmarlo. No has llevado a un cuarto para devolvernos las escobas que había retenido porque sabía que las necesitaríamos y se negaba a admitirlo. Nos dijo que le contáramos que habíamos estado haciendo y nos negamos, nadie debía saber de aquel lugar.El profesor Snape nos castigo sin cenar y aparte de eso nos intentó sonsacar la información con la idea de conseguir un castigo mayor pero no lo consiguió.

-Amakrane, estoy seguro de que usted... Y su desprecio por las normas ha influido a sus amigas a hacer tal cosa. Debería ser consciente que no soy tonto y no lograrás engañarme. ¿Sabes qué podría yo mismo saber qué has hecho con tan solo pronunciarlo...?

-Hágalo, adelante.- Dije yo, el profesor se irritó.

-¿Está segura Amakrane? Muy imprudente por su parte, no a las de tanto o este tan segura de sí misma...-Dijo con altos aires y algo sarcástico Snape.- ¡Legeremens!

Nada, El profesor no consiguió nada, no consiguió acceder a mi mente y quedar el recolectado y nos dejó irnos. Según lo tratado las chicas y yo salimos del aula y fuimos al comedor, había sido un día movida de camino a nuestras casas nos despedimos de Amelia y Clara.

-Alba... Antes he visto que, te están saliendo colmillos...- Dijo Irene mirándome mientras caminábamos yo me paré y lo comprobé pero no tenía colmillos.

-Irene, creo que te equivocas... No tengo colmillos. Y una cosa, mañana nos reuniremos con Clara, al fina al no nos contó dónde está la llave, ¿Vale?

-Sí, me parece bien, ¡Hasta ma...!- Irene fue interrumpida por Hermione, Harry y Ron que se la llevaron entre muchas preguntas. Yo por mi parte caminé sola por los pasillos de Hogwarts, había luna llena, era muy bella la vista. Escuché unos aullidos y tuve el impulso de ir a explorar, Draco que parecía pasear al igual que yo, me miró y los dos en silencio fuimos a la sala común de Slytherin. Había sido un gran día, a saber que nos pasaba mañana tenía muchas ganas de descubrirlo.

𝙷𝚊𝚛𝚛𝚢 𝙿𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛 𝚢 𝙴𝚕 𝙴𝚜𝚌𝚞𝚊𝚍𝚛ó𝚗 𝙷𝚘𝚐𝚠𝚊𝚛𝚝𝚜 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora