𝙷𝚊𝚛𝚛𝚢 𝙿𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛 𝚢 𝙴𝚕 𝙴𝚜𝚌𝚞𝚊𝚍𝚛ó𝚗 𝙷𝚘𝚐𝚠𝚊𝚛𝚝𝚜 1

El Cáliz de Fuego: La primera prueba

Cogimos al girartiempo y aparecimos unos años antes. Era el Cáliz de Fuego.

Fuimos a hablar con Dumbledore y él nos dijo, después de explicarle que veníamos de otra época, que, en ese caso, elegiría otro participante más.

A la semana, teníamos un rival. Era un tal Ethe McKlecker.

El día que empezamos las pruebas, teníamos que sortear tres dragones para quitarles un huevo dorado.

Alba empezó cogiendo una miniatura de un dragón de una bolsa. Le tocó un dragón azul muy bonito. El señor gordo que los estaba repartiendo, dijo que era un dragón chino, pero yo pensaba que era un Opaleye de las antípodas que habíamos estudiado

En Cuidado de Criaturas Mágicas. Luego, fue el turno del Hufflepuf, Ethe. A este, le tocó uno de color verde resplandeciente al que el señor le llamo Galés Verde Común y

Con el que estuve de acuerdo. Por último, mi turno. Me tocó un Ironbelly ucraniano, era

de color gris y con ojos rojos. Esta es la especie de dragón más grande que existe.

Ahora les teníamos que robar el huevo dorado. Empecé yo, lo primero que hice fue un hechizo desilusionador para hacerme invisible, pero necesitaba algo más. Él aún podía olerme. Lance un expecto patronum. No lo había hecho nunca, pero sabía qué recuerdo iba a funcionar. De mi varita, salió un zorro de cuerpo completo. Utilicé el patronus para distraerle y cogí el huevo. ¡Lo había logrado!

Era el turno de Ethe. Parecía no saber muy bien lo que hacía. Empezó echando un incendio, pero al dragón pareció no importarle. Al final, el tiempo se agotó y Ethe perdió esa prueba.

Ahora le tocaba Alba.

¿Por qué yo? Estaba caminando hacia mi posible muerte, lo raro es que no tenía miedo, y eso es lo que me daba miedo. Me había tocado una bola de fuego Chino, algo positivo de esa situación era que lo sabía estudiado a fondo a todos los tipos de dragones. Ahora las características que poseía por ser una Slytherin me ayudarían a salir viva de allí, sentía la ambición de ganar y demostrar mi valía, pero debía ser astuta y ingeniosa ya que me enfrentaba a un mal mayor a mí para mediar con eso me tome la molestia de ir hablar con Víktor Krum ya que anteriormente habíamos enfrentado al mismo tragón y por último saltándome alguna regla había estado estudiando y aprendiendo para no perder bajo ningún pretexto.

Llegó la hora, caminaba por el pasillo hasta dar a un espacio rocoso donde vi en el centro el huevo dorado, miré a mi alrededor y reconocí a mucha gente entre el público. Me centre, no veía el dragón eso me preocupaba, pero no falto mucho para su aparición mientras me acercaba sigilosamente al huevo el dragón saltó lanzando una gran bola de fuego a mis espaldas que evite con rapidez. Siguiendo mi plan me acerqué con aire amable hablándole al dragón con voz dulce continuamente, el dragón dudaba y lo aproveché. Usé la maldición de conjuntivitis y quedó ciego momentáneamente mientras que yo conjuraba un expulso apuntando hacia lo más lejos posible de mí como planee el dragón siguió el ruido hasta que se le curó la ceguera, una vez recuperó la visión yo conjuré un engorgio con el cual agrande un cerdo que había encogido anteriormente con la idea de usarlo en esta prueba el Dragón se mantuvo distraído el suficiente tiempo para que yo cogiera el huevo. Había pasado la prueba, menos mal. Irene y yo habíamos pasado la prueba, nos felicitaron y todo, de ser unas alumnas normales a las más populares debido a la destreza con la cual tratamos con la prueba de los dragones. Vi a Irene con unas chicas y la parte del grupo, quería hablar con ella. Le dije que se pasara por el baño con el huevo y se sorprendió la verdad yo había leído acerca de las pruebas y había preguntado a los participantes que conocía (Harry, Víktor, Cédric y Fleur) como había sido. Una vez ya pasada la primera prueba el público se había ido y solo quedaron los dragones que serían trasladados más tarde ya aproveché y me escapé para ir a verlos, ¿arriesgado y contra las reglas? Sí, pero tenía mis razones. Mientras tanto donde Irene...