Las llaves: La llave de Slytherin

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No pude dormir, tuve un sueño extraño; yo le gritaba a Irene que corriera, estábamos en un bosque que no reconocía, corriendo pasábamos el bosque y nos encontrábamos sin salida en lo alto de un acantilado, no pude ver que nos perseguía y me desperté de golpe.

Eran las nueve de un domingo que estaba aparentemente nublado con una leve lluvia. Me vestí y bajé a desayunar, por el camino vi a Malfoy burlándose de unos Gryffindor pero no estaba de humor y seguí mi camino. No encontré a las chicas y parte de mis alegro, no sé qué me estaba pasando pero no quería preocuparlas. Me senté y desayuné sin ganas pero con una cosa en mente. ¿Cómo lograría que Snape me diera la llave? Me levanté sentí que aún tenía hambre. Tenía que decirle a alguien lo que me pasaba confiaba en Irene pero no quería preocuparla más, ¿a mi madre? No, solo conseguiría asustarla y decanté por escribir a Sirius contándole lo que me ocurría que no podía dormir, hambre, imponen las constantes y... Irene estaba en lo cierto, me estaban saliendo colmillos. Una vez lo escribí lo mandé por una lechuza del colegio.

Después de comer me encontré mejor y me reuní con las chicas y me alegré. Clara venía muy contenta y me contó que había logrado que la profesora de vuelo le permitiera dar un espectáculo al final del trimestre, tenía ganas de verlo. Amelia me contó que en una clase con el profesor Filius vio que éste llevaba colgada del cuello la llave, le dije que cuando consiguiéramos la de Slytherin iríamos a por esa y Irene ya no estaba preocupada más bien estaba incluso más ilusionada por conseguir las llaves, una vez calmadas y dejamos el plan y nos dirigimos al encuentro con Snape, las chicas se retrasaron y fui yo a hablar con el.

- ¿Sabe usted algo de la reliquia de Salazar Slytherin, una llave en concreto?

-Amakrane no sé qué estarás tramando, pero sí, la tengo yo en mi despacho.

-¿Accedería prestármela, solo es para...?-El profesor me miró de forma despectiva y me interrumpió la frase:

-No se para que la querrás pero como bien sabes es una reliquia del propio fundador y temo decirle que no.-Yo intenté que me la diera pero se negó y cortó el tema.-

Poco después pensamos en cómo conseguirla. Al final optamos por mi alocada y fácil solución, colarnos en el despacho de Snape. Lo hicimos poco después de que él se fuera para que no sospechara. Amelia y Clara lo mantendrían distraído, contábamos con la ayuda del trío de oro y Draco con los que habíamos hablado antes:

-Necesita una distracción para colarme en el despacho de Snape.-Dije yo sin dar rodeos-

-Alba, sé que es de buena fe pero llegar tan lejos...-Dijo Hermione-

-¿De verdad queréis ir? -Dijo Harry-

-¿Bueno tenéis alguna idea de cómo distraerlo?-Dijo Ron-

-Bueno sí, una idea... Se me había ocurrido que hicierais un revuelo entre vosotros y Malfoy, eso lo mantendría ocupados lo suficiente...

-¡Trato hecho, es una excusa y aunque no fuera para eso lo haría igual tengo que saldar dudas con Potter y esa sangre sucia!- Yo fulmine atraco con la mirada y éste se calmo. Todos sabían que haríamos, Harry y Draco se pelearían en el recreo; Clara y Amelia se lo dirían a Snape e Irene y yo nos colaríamos en su despacho y fue así. Una vez centro traté de transformarme sin éxito, nunca me había pasado, en vez de transformarme conseguí un dolor de barriga descomunal pero nos infiltramos igual.

Era una habitación lúgubre y poco iluminada, las paredes oscuras estaban llenas de estantes con grandes jarras de vidrio llenas de ingredientes para pociones y otras cosas que desearía no haber visto como trozos de animales o plantas. La sala tenía una chimenea, apagada, y al lado un armario cerrado con llave en el que vimos la llave. Irene pronunció "Alohomora" y se abrió el armario. Cogemos la llave y salimos corriendo felices. Una vez nos encontramos a salvo dejamos de correr y nos reíamos hasta que empecé a toser pero una vez bien nos reunimos con todos. Al parecer Malfoy habían aprovechado la excusa para batirse en duelo contra Harry, actuaban muy bien hoy va en serio. Al parecer Snape no se quejó Y permitió el duelo pero sin ganador ya que la profesora Minerva intervino pero no los castigo ni nada. Nosotras animadas por estar más cerca de abrir aquella puerta nos reunimos todas. Mañana lunes, tendríamos clase de encantamientos y aprovecharíamos para conseguir la llave de Ravenclaw dejando la de Gryffindor de última. Y luego fuimos a tomar cerveza de mantequilla y lo pasamos muy bien todas el resto del día.

𝙷𝚊𝚛𝚛𝚢 𝙿𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛 𝚢 𝙴𝚕 𝙴𝚜𝚌𝚞𝚊𝚍𝚛ó𝚗 𝙷𝚘𝚐𝚠𝚊𝚛𝚝𝚜 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora