Punto de inflexión

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—Quiero que imagines un aro de luz muy muy brillante a tu alrededor, te protegerá y por nada rompas esto—apretó sus manos para acerselo notar—o romperas el círculo, ¿De acuerdo Ben?

—Listo—respondió cerrando los ojos.

Rey cerró los ojos tomando una respiración profunda. Siguió su instinto, concentrándose en aquel rastro que la estaba guiando y abrió los ojos. Ya no se encontraba en la mesa tomando las manos de Ben, estaba oscuro allí y apenas podía distinguirse así misma.
Los murmullos comenzaron, casi imperceptibles al inicio, pero más claros a medida que Rey ponía un pie delante del otro. Trató de saber qué estaba diciendo pero solo pudo notar "Aquí" " Ven". El sitio fue tomando algo más de claridad, aún estaba en la biblioteca pero todo lucía extrañamente diferente. Sus pasos se volvieron más pesados que antes, bajó la vista a ver qué lo causaba y se encontró con unas piernas más robustas y zapatos gastados. Rey era otra persona ahora.

Involuntariamente comenzó a bajar las persianas de la biblioteca cuando dos personas ingresaron de imprevisto. Levantó sus manos en señal de rendición pero sin previo aviso sintió los impactos en su cuerpo.

Ben notó que Rey se sobresaltó y apretó los dientes con fuerza  en su sitio, no soltó sus manos por nada en el mundo y la acarició ligeramente con su pulgar buscando reconfortarla.

Aún en el suelo y sintiendo la creciente húmedad en su espalda como producto de la sangre que iba perdiendo, notó la desesperación por vivir de la persona que era. De repente estaba de pie allí, donde había estado se encontraba un hombre luchando por su vida y los otros dos tipos rondaban por el sitio buscando algo de valor. Tragó saliva, la impotencia era palpable en ella.

La oscuridad se volvió a cernir sobre Rey, los pasos resonaban a su alrededor y el hombre muerto caminaba por allí tirando cuánto libro se cruzaba en su camino. Estaba atrapado. Notó como cada vez se sentía más oscura su presencia.

—¿Por qué no quieres proceder?—le preguntó.

Su pregunta quedó en el aire, el hombre comenzó a caminar y ella lo siguió. No parecía tener ganas de responder a sus preguntas, sólo quería que le dejarán en paz haciendo sus cosas de cada día.
Por su lado derecho escucho la risa de un niño seguido de sus pasos corriendo, pensó que tal vez se trataba del niño Ben y desvió su atención hacia allí. Si el hombre no quería avanzar en su camino hacía el más allá, ella no podía hacer mucho para conversarle pero quizá si podía hacer algo por ese niño. Después de todo, uno de sus objetivos para realizar dicha sesión era poder comunicarse con el niño.

Tomó una dirección opuesta al hombre, siguió el sonido de su risa.

—Quiere mostrarme—dijo Rey en voz alta y bastante alarmada, Ben se preocupó pero no abrío sus ojos como le fue indicado.

Rey sintió que su mano era tomada por alguien, desvió su atención allí y le vió. El pequeño Ben Solo tomaba su mano con una sonrisa blanca, luego de repente levantó su mano en dirección al frente señalando algo allí. Sin dudar, lentamente Rey fue llevando su vista hacia el objeto señalado aunque no se trataba de algo sino de Ben adulto.
El sonido sordo de un libro tras otro apilandose en la esquina le hizo temblar hasta los huesos, «Miedo y asco en las Vegas» «Árbol y hoja» «Los pilares de la tierra» «El amor en tiempos de cólera». Pero eso no era lo que más llamó la atención de Rey, los ojos de Ben estaban negros por completo, no había márgenes blancos ni pupilas, solo oscuridad.

—¿Quién eres tú?—preguntó colocando al niño detrás de si. El Ben sentado frente así estaba a punto de colocar «Tiempos difíciles» sobre  «El amor en tiempos de cólera», detuvo su mano en el aire.

Midnight [AU Reylo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora