Señor y Señora Evans (1/2)

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—Recibimos respuesta del 221b por La dama del ático—Rey entró a la oficina sacudiéndose por la copiosa lluvia—A qué no sabes lo que pasó!

—Iluminame por favor y limpiate los pies en la entrada—le señaló. Naturalmente no le hizo caso sólo para molestarlo, de todos modos no traía los pies sucios.

—Resulta que en la casa hace muchos años vivía una mujer—dejó el paraguas en el recipiente previsto para que comenzará a gotear ahí dentro—así que no sólo atormentó a la señora Dust.

—Adivinare, estaba casada su esposo se murió y apenada se quitó la vida en el ático, así que pasa sus días lamentodose su pérdida allí, ¿Cierto?—la miró.

—Pero es un caso real! Nuestro primer caso real y lo documentamos, tomamos la evidencia al fin relevamos información al 221b y ayudamos a una pobre anciana que estaba asustada. ¿Acaso eso no es suficiente para ti?—le dejó la carta sobre su escritorio.

—No dudo de las fotos pero la historia—hizo una mueca—de todos modos es un caso contra otros que tuvieron una explicación lógica—tomó la carta—incluso pudo ser que la lente estaba sucia.

—¿Tampoco crees que la haya visto? A veces eres muy necio—hizo una mueca—por no decir siempre, tienes las evidencias ahí y los sigues negando pero ya van a venir más casos a mi favor y...momento, aún me debes algo por el que pasó—lo vio sonreír.

—Creo que si fueras más organizada te hubieras dado cuenta está mañana—le quitó importancia al asunto mientras disimulaba ver la carta, al tiempo que se ponía de pie.

Giró dando su atención a su escritorio que se encontraba en diagonal al de él, se sintió algo avergonzada al notar que efectivamente estaba algo desordenado. Se acercó a el y comenzó a poner orden en sus papeles, a guardar las carpetas en el archivero cerca de allí y encontró una cajita envuelta en papel cuadriculado rojo y un moño perfectamente colocado, sonrió victoriosa e inmediatamente rasgo el envoltorio sin el más mínimo cuidado. Ahogó un grito al ver en la caja la imagen de un Walkman, la abrió para comprobar que fuera real y no una treta en venganza a sus tantas bromas hacía su compañero, pero Ben no bromearía con algo que sabía ella quería hace bastante tiempo pero por ser una persona muy buena y no poner una tarifa, casi siempre terminaba debiendo más que ganando dinero así que ella se privaba de muchos gustos sin quejarse pero Ben tenía su reserva que sus padres le había dejado al irse.

Aún sorprendida dejo el Walkman en su escritorio y no dudó en acercarse a él para darle un abrazo de agradecimiento mientras le decía una y otra vez gracias .Ben, sorprendido por tanta efusividad y el repentino gesto de cariño, no tardó ni dudo y aprovechó el momento para también abrazarla y tenerla cerca. La rodeó con sus largos brazos mientras sonreía por su entera alegría.

—¿Te sorprendí?—susurró en su oído.

—No debiste, esas cosas son caras Ben...no pretendía algo así—aflojo su abrazo para poder mirarlo pero ninguno había soltado al otro realmente.

—Si quieres lo devuelvo...—la miró a los ojos.

—No! Bueno....—sintió que el color de sus mejillas iba en aumento, no quería aprovecharse de él pero también quería quedarse con su regalo—si no fue mucho gasto supongo que esta bien.

—No te preocupes por eso, es sólo dinero y tu felicidad por ese Walkman vale más que eso—dijo con toda la sinceridad que podía demostrar.

Se sintió abrumada frente a su comentario y toda la atención que había recibido de su parte sin una aparente justificación más que pagar su deuda, no supo que decir y sólo se limitó a sonreír, no estaba incómoda ni le habían desagradado sus palabras sólo era sorpresa porque ellos se la pasaban discrepando muchas horas al día pero aquello era diferente en formas que no pudo explicarlo.

Midnight [AU Reylo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora