Lunes por la mañana.
Diría que odio los lunes, pero en verdad también odio el resto de días. Los únicos días que tolero son los sábados y domingos, ir a clase me amarga aún más la existencia.
Este curso estoy aún más amargada de lo normal, no se que voy a estudiar. ¿Os imagináis no saber el motivo por el que seguís en pie día a día? Si habéis pasado por eso os compadezco, si estáis pasando por eso os doy ánimos y si no habéis pasado por eso os lo resumo en tres palabras, es una mierda. Como ya he dicho no sé ni porque me mantengo en pie día a día y ¿si no se ni porque vivo como voy a saber que quiero hacer con mi vida?
No saber que estudiar aumenta mucho más la presión a la que me someto día a día, y esa presión me hace un daño psicológico indescriptible. Antes lo tenía muy claro, quería ser Criminóloga. Hoy solo tengo claro que eso es imposible, no estudio (aunque apruebo todas las asignaturas) y con el tiempo me fui dando cuenta que estudiar cualquier cosa que conllevara a estudiar ciencia no me llevaba a ningún lado, las matemáticas y las ciencias se me dan muyyyyy mal.
Después de la reflexión matutina sobre mi futuro y la falta de brillo en el, me obligó a salir de la cama, ducharme y vestirme.
Mi padre no está en casa cuando bajo a desayunar por lo que supongo que estará trabajando.
Como hoy tengo un poco más de tiempo me tomo el lujo de desayunar sin prisas, cosa que no sucede muy a menudo.
Cuando llego al instituto el timbre que indica que las clases han comenzado todavía no ha tocado así que recorro los pasillos observando y analizando a la gente, no hay mucho que contar sobre los seres humanos que se encuentran en esta clase nombrada como centro educativo, solo hay varias parejas comiéndose la boca sin a penas respirar y grupos de gente dividíos por clases sociales, los frikis, los invisibles, los "normales" y los populares, en fin una tontería.
Justo cuando entró a la clase de literatura el timbre toca y todo el mundo ocupa sus asientos.
-Hola, Al. Hoy has llegado temprano, no como la primera vez que te vi- habla Zeus con tono de burla cuando me siento a su lado.
-¿Perdona? Siento decirte que soy una persona muy puntual- finjo indignación.
-Ya, y yo soy Harry Potter.
-Ya te gustaría.
Zeus abrió la boca para contestarme pero otra persona hablo primero.
-Buenos días, clase- saludó el profesor -Si os soy sincero hoy no me apetece dar una clase aburrida y larga, así que tenéis permiso para salir al recreo y continuar conociendo a vuestro compañero para así tener más información para el trabajo del trimestre,-amo a este profesor- aprovechad la hora- nos guiña un ojo a todos y nadie duda a la hora de salir por patas de la clase.
Salgo de la clase y recorro los pasillos del instituto hasta llegar a las puertas del recreo, pero cuando voy a cruzarlas alguien me jala por la muñeca impidiéndome salir. Zeus.
-¿Que mierdas haces?- preguntó intentando soltar su agarre mientras me arrastra por los pasillos del instituto.
-¿Te quieres callar? Vas a hacer que salga un profesor y nos pille.
-Ay, perdón. ¡Pero es que parece que me estás secuestrando!- digo en tono bajo pero haciendo notar mi indignación.
Zeus no vuelve a abrir la boca hasta que llegamos a una especie de puerta metálica bastante oxidada que no sabía ni que existía.
-Las damas primero- dice cuando la abre.
Observó bien la puerta, cuando la cruzas tienes que bajar tres escalones y va a dar a... ¿la calle?
ESTÁS LEYENDO
Por ti
Teen FictionA ella no le hacía gracia la vida social, preferiría estar sola en la compañía de una buena música y un libro que le transportara a otra realidad. Pero cuando empieza el último curso es obligada a hacer un trabajo sobre un compañero el cual no se r...