20.

507 73 35
                                    

Primer día de clases después de las vacaciones de navidad.

Es raro ¿no? Llevas casi un mes cantando villancicos, comprando decoración navideña en cada tienda por la que pasabas y asistiendo a comidas familiares repletas de amor y alegría, que volver a clase es como volver a la realidad y la verdad es que no me hace mucha gracia.

Hoy me he levantado antes con la unten vino de llegar al instituto sin que haya nadie, solo los profesores. Necesito hablar con el profesor de literatura para poder llevar a cabo mi plan.

Paseo por los pasillos del instituto mirando los carteles de bienvenida y me pregunto por qué mierda los ponen. Ni que nos hubiéramos estado de vacaciones un año,¡no ha sido ni un mes!

Al llegar al departamento de literatura mi nerviosismo comienza, las manos me sudan y las piernas me tiemblan. Toco tres veces en la puerta y cuando voy a tocar una cuarta el profesor me abre.
Me percato de que el profesor tenía los auriculares sobre la mesa en la que estaba trabajando así que no le doy importancia a que haya tenido que tocar repetidas veces.

Le conté al professor mi plan, obviamente no le dije cual era el fin de ese plan, pero si le dije que era muy importante para mi y para Zeus. Independientemente del plan el me dijo que le parecía una buena dinámica y que podíamos sacar muchas cosas positivas de ella, así que estuvo dispuesto a ayudarme.

Al salir del instituto para esperar fuera a que tocara el timbre para entrar no sabía si estaba más nerviosa o menos que antes, pero seguía estando nerviosa.

Cuando toco el timbre me apresuré a entrar sin que me viera mucha gente y esa mucha gente era Zeus. No se como iba a reaccionar a lo que iba a pasar hoy, así que aunque el no supiera nada, yo no me atrevía a mantener una conversación larga con el, no podía hacerlo sin ponerme nerviosa.

Al llegar a clase me senté sin ni siquiera mirar a tras y cuando llegue a mi asiento el ya estaba en el siguiente al mío. ¿Como mierdas había llegado antes que yo?

-Hola, bellatrix- me dijo con una sonrisa Preciosa.

Vale, toca fingir que no estoy nerviosa.

Respiramos hondo.

1...

2...

¡3!

-Hola, Dios Alemán- le respondí con una sonrisa.

No nos dio tiempo de hablar mucho más porque el profesor entró en el aula, y como no mi nerviosismo se multiplicó en tres.

-Buenos días, clase- saludó el profesor. -Espero que tengáis hechos los trabajos de vuestros compañeros, porque hoy toca entregarlos- nada más decir eso todo el mundo se agacho hasta llegar a su maleta y sacaron los folios que supuestamente contenían los trabajos -Quería informaros de que ha habido un cambio de planes,- me miro a mi rápidamente y me guiño un ojo de forma cómplice sin que nadie se diera cuenta- le vais a dar el trabajo a el compañero sobre el que lo habéis hecho y en una semana ellos me lo darán a mi. Así que, por favor, entregadle el trabajo a vuestro compañero.

Zeus me miro de forma extraña, como si de repente el también estuviera nervioso. Aun así intercambiamos los trabajos y los sujetamos con todo el nerviosismo del mundo ¿que habría escrito sobre mi?

-Os quiero pedir, que por favor, no leáis el trabajo hasta que lleguéis a casa o algún lugar en el que estéis completamente solos- la mayoría asintió y otro simplemente dijeron "vale"- Bueno diciendo eso, empecemos la clase.


Por ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora