14.

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Antes de nada, os quería pedir por favor que en este capítulo no juzguéis a Al hasta que lo acabéis, entended que Al a pasado por muchas cosas y que el miedo es el sentimiento que predomina en ella.

Dicho eso, os dejo disfrutar del capítulo.










Los labios de Zeus se sentían cálidos contra los míos. Era una sensación extraña , me sentía cómoda pero a la vez tenía miedo. Me hacía sentir demasiadas cosas y mi felicidad empezaba a depender de si este chico tocaba hoy en mi puerta o no, y entonces me acorde de lo que paso la última vez que dependí de alguien de esa manera y me aparte bruscamente.

La cara de Zeus fue un cuadro, me dio pena, estaba destruyendo todo a mi paso, destruí a mis antiguas amistades, casi destruyo a mi padre y ahora a él. No puedo, no puedo destruir la única cosa buena que hay en mi vida.

-Ze... Zeus- tartamudee- Yo, lo siento.

El no dijo nada simplemente se quedó mirándome, en sus ojos se reflejaba el dolor y la insatisfacción con la situación, y eso solo hizo que yo me sintiera peor conmigo misma.

-Dios Alemán,- le dije- no te quiero hacer daño, estoy demasiado rota y no quiero que tú te rompas a mi lado, quiero que seas feliz y no que vivas con el peso de hacerme feliz a mi. Soy un peso, una carga ¡date cuenta!- los ojos me estaban empezando a arder y la boca ya se me había secado por completo - No te mereces ser destruido por alguien como yo.

Zeus fue a hablar pero yo le corte -Nos vemos por ahí, Zeus.- yo solo me limité a salir de esa casa odiándome a mi misma por estar tan rota al nivel de ir haciéndole daño a todo el que me rodea.




Habían pasado tres días y Zeus no había tocado en la puerta de mi casa y tampoco me había sacado de clase  para coger el skate, así que fui yo la que se salto las clases para dar una vuelta con mi nuevo skate, lo que me sorprendió fue el lugar en donde acabe, un lugar que no visitaba desde hace años, el cementerio.

Camine por el cementerio hasta llegar al lugar que estaba buscando, cuando llegue la respiración se me corto, los ojos me ardieron y sentí un nudo en el pecho. Me senté en frente de la lápida y las lágrimas empezaron brotar de mis ojos.

-Hola mamá,- respire hondo -se que hace tiempo que no vengo, lo sé, pero entiende que no estaba lista.- cayeron unas cuantas lágrimas más de mis ojos y volví a hablar - ¡Hoy vengo a contarte novedades! He salido de la rutina, si yo, ya hago más cosas a parte de dormir, comer y llorar, aunque no ha sido mérito mío más bien ha sido mérito de mi amigo Zeus ¿sabes que me ha besado? ¡Me ha besado! Ya lo sé,  yo también me sorprendí ¿Sabes lo que hice yo después? Me largue,  si, muy predecible-  me reí tristemente mientras las lágrimas volvían a caer desesperadamente por mis mejillas - La volví a cagar mamá, me volví a esconder del mundo, ¿por qué, mamá?- me quede callada un par de segundos- ¡¿POR QUÉ MIERDAS TENGO QUE JODERLA SIEMPRE?!- grité para luego volver a llorar como una histérica.

Después de un par de minutos llorando y pataleando volví a hablar. - Ojalá estuvieras aquí mamá, las cosas son muchísimo más fáciles con una madre apoyándote- con una sonrisa triste me levante del suelo- te hecho tantísimo de menos y te quiero demasiado. Hasta la próxima mamá.

Cuando salí de la casa abandonada cuando fui con Zeus hace tres días me odie a mi misma, hoy cuando salí de el cementerio me sentí fuerte, valiente y sinceramente eso me gustó porque aunque haya llorado sabía que esta noche no me daría un ataque de ansiedad, pero para poder estar bien de todo tenía que hacer una cosa antes de ir a mi casa.

Me sentía libre mientras rodaba por las calles junto a mi skate y la música sonaba en mis auriculares y cuando llegue a mi destino la respiración se me corto por segunda vez hoy pero no deje que el miedo me echará atrás y toque la puerta.

-Hola- le salude con una sonrisa cuando el abrió -¿puedo pasar?

-Pasa- dijo en tono frío. Extraño a mi Zeus.

-¿Está tú madre en casa?- el negó con la cabeza-¿Te deja salir sin pedirle permiso- el asintió -¿tienes una tabla de surf de sobra?- el me miro dudoso.

-Alessia, no estoy de humor para salir ni para tonterías- dijo cortante, este no era mi Zeus.

-Venga, Zeus- hice pucheros - esto es algo muy importante y quiero que tú estés a mi lado.

Su cara parecía ablandarse y aunque no volvió a ser el Zeus tranquilo y tierno, volvió a ser amable.

-Solo iré si me prometes una cosa- dijo.

-Lo que sea- levante las manos.

-Luego tendremos una conversación sobre lo que paso el otro día.

-Ay,Zeus- dije con una sonrisa- La idea de que te haya venido a buscar era con el fin de que habláramos y no solo sobre lo que paso el otro día, también hablaremos de otros cosas pero ahora la prioridad es llegar a nuestra playa lo antes posible porque como ya sabes llevo años sin surfear y creo que me caeré unas cuantas veces de la tabla.


Capítulo muyyyyy corto, lo sé pero por favor entended que tengo muy poco tiempo para escribir.

El próximo capítulo es muy intenso, emocional y nos revelará muchas cosas sobre nuestro pequeño dios alemán así que preparaos.

Por otra parte ¡GRACIAS POR LAS 8k DE LECTURA! Sois los/ las mejores.

Os quiero 💋

Por ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora