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Jisung llegó al departamente de Minho. El peliazul no lo vió en ninguna parte de la casa, pero luego escuchó la ducha y se sintió más tranquilo.

Jisung dejó sus cosas en la habitación de Minho y se puso más cómodo.
Le dolia mucho su cabeza, ¿Hyunjin estaba diciendo la verdad? Aún no podía creerlo.

El peliazul estaba pensando seriamente si en decirle o no a Minho, dios, que difícil era todo esto.
De pronto comenzó a sonar su celular, no vió ni quien era y solo contestó.

–¿Hola?

Hola! buenas noches, habla con el centro de terapia.

–Oh! H-hola, ¿pasó algo? – preguntó Jisung algo nervioso.

No ha pasado nada malo, no se preocupe, es solo que le queremos informar que ya desde mañana su madre puede recibir visitas.

Oh.. ¿de verdad? Y.. ¿hay algún horario?

Por supuesto! Tenemos desde las 10:00hrs hasta las 19:00hrs.

Ya veo, ¿tengo que avisar si voy a ir a visitarla?

No es necesario, solo llega hasta aquí, nos muestra los papeles que le dimos al principio y está todo bien.

Okey, muchas gracias, buenas noches.

La llamada finalizó.

Ahora le dolía más su cabeza, sentía que iba a explotar en cualquier momento.
El peliazul fue hasta la cocina y tomó un vaso de agua, tomó un poco de aire para relajarse de a poco.

Luego de un rato sintió unos fuertes brazos rodear su cintura, se volteó y vió a Minho con su cabello mojado, una camisa blanca y un pantalón de pijama azul.

El peliazul se tiró en sus brazos, lo que más necesitaba ahora, era cariño por parte de Minho.

–¿Cómo te fue? – pregunto Minho sonriendo.

–Uhmm.. bien, supongo.

–¿supones? – preguntó el pelinegro separándose de a poco del abrazo de Jisung.

–Si.. te tengo que decir.. dos cosas, si, dos cosas.

–Por supuesto, dime. – dijo el pelinegro mirando al menor.

–Pero primero, anda y sécate ese pelo, no puedes tenerlo así y menos a esta hora. – dijo el peliazul cruzándose de brazos.

–Pero..

–Pero nada. – interrumpió el peliazul. – ve ahora mismo, te puede hacer mal.

–Es que, Jisung, yo no sé como secarme el pelo, nunca lo hago.

–Dios, eres un bebé, ven, yo te ayudo. – dijo el peliazul yendo hacia la habitación.

Minho lo siguió hasta que llegaron a la habitación. El pelinegro se sentó en los pies de la cama, ya que al lado había un enchufe. Jisung conectó el secador de cabello y comenzó a mover de a poco el pelo del mayor.

Como el pelinegro tiene el cabello bastante delgado, no se tardó mucho en que se secara por completo.

–Listo, terminé. – dijo el peliazul sonriendo.

–Te ganaste un...

El pelinegro se quedó en silencio por unos segundos pensando en que decir. Jisung solo trataba de aguantar la risa.

–Te ganaste un beso. – dijo el pelinegro riendo.

–¿de verdad? ¿Cuándo puedo reclamar mi premio? – dijo el peliazul mientras guardaba el secador de cabello.

I Never Forgot You - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora