I Never Forgot You - Minsung

26

Jisung se encontraba en la sala, estaba sentado en el sillón mientras respondía unos mensajes. Mientras tanto, Minho se encontraba preparando algo para que comieran.

El peliazul se levantó del sillón y dejó su celular en la mesita que se encontraba al lado de este. Fue directo a la cocina, ya que sentía un olor realmente delicioso en estos momentos, y su estómago ya se estaba quejando.

El menor se dirigió a los armarios y sacó un vaso, tenía mucha sed asi que se acercó a donde se encontraba el pelinegro dispuesto a abrir la llave y servirse agua, pero una mano lo detuvo.

El pelinegro agarró la muñeca del menor, lo hizo dar un giro para así quedar frente a frente y completamente acorralado.

—Idiota, ¿qué haces? Casi boto el vaso. — el peliazul frunció levemente el ceño.

—Es algo material, si se rompe se puede volver a conseguir, tonto.

—Lo sé, pero esa no es la idea. Ahora dejame salir, muero de sed.

El peliazul intentó salir de ahí pero unas manos se posaron en su cintura con un agarre fuerte, haciendo que el menor volviera al lugar en donde estaba acorralado.

—Minho, necesito salir, muero de sed. — dijo el más bajo con un tono un tanto dramático y haciendo un puchero.

—Para salir tienes que darme algo a cambio.

—¿ah si? ¿qué es lo que quieres? — preguntó el peliazul enarcando una ceja.

—Mhhh, no lo sé.. — dijo el pelinegro mientras bajaba su mirada a los labios del más bajo.

—¿estás seguro que no sabes? — preguntó Jisung, enredando sus dedos en el cabello del mayor.

Cada vez se acercaban más, hasta que ya no había ningún espacio entre ellos que los separara.
Sus labios rozaron y el mayor comenzó a depositar varios besos cerca de los labios del menor, y de a poco fue bajando hasta llegar a su cuello.

El mayor empezó a dejar miles de besos, haciendo que el menor sintiera un escalofrío recorrer por todo su cuerpo. El pelinegro succionó su piel dejando varias marcas rojas a la vista.

Pero de pronto, ese momento que estaban teniendo ambos chicos, fue interrumpido por una llamada al celular de Minho. Cabe recalcar que a este le importó poco y siguió con lo suyo, pero esta vez el menor lo alejó de a poco.

—Min.. contesta. — dijo el peliazul tratando de alejarlo. —Vamos idiota, contesta, puede ser importante.

El mayor se rindió y se alejó del más bajo, tomó su celular y vio que era una llamada de Chris.

—¿si? ¿Pasó algo?

—Holaa Minho~

—¿Qué quieres Chris? — preguntó el pelinegro frunciendo el ceño.

—tranquilo hombre, solo quiero saber si al final vendrás o no a la fiesta.

—Chris, ya dije que no iré.

—Ay vamoos, va a estar aburrido si no vas tú. Además siempre me acompañas.

—¿Qué hay de Felix? Él iba a ir contigo.

El peliazul -después de lograr tomar agua- se acercó al más alto y lo abrazó, colocando su cabeza en el pecho de este.

—Oh.. si, o sea, hubo un pequeño problema.

—¿Qué? ¿Se pelearon?

El peliazul abrió sus ojos sorprendido al escuchar eso y se separó del abrazo para mirar a los ojos al pelinegro, el cual en estos momentos estaba bastante confundido.