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beomgyu bajó del autobús tan rápido como pudo, porque sabía que hueningkai lo esperaba como todas las mañanas en la entrada.
se sentía bastante culpable. tan pronto como encendió su teléfono después de salir de la sala de cine con yeonjun recibió los mensajes de kai, bajo la mirada intrigada del pelirrosa ante tantos mensajes que su novio recibía.
se libró de las dudas de yeonjun diciendo que junkyu había tenido una cita y le mandó muchos mensajes porque estaba muy emocionado. también le pidió disculpas a hueningkai, inventando que se sentía algo mal y prefirió dormir un ratito, pasándose un poco del tiempo que planeaba descansar.
a pesar de que pidió un millón de disculpas por medio de mensajes, beomgyu no se sentiría satisfecho hasta tener a su novio enfrente para poder decirle lo mucho que lo sentía.
llegó al lugar en el que siempre se encontraban, a unos pasos de la puerta principal. sin embargo, y rompiendo la rutina que kamal tenía de llegar temprano al instituto, no había nadie esperando por beomgyu ahí.
el corazón de choi se detuvo por un instante, imaginando todas las posibilidades que implicaban la ausencia de hueningkai. quizás si estaba enojado, o algo sucedió, incluso podría ser ese el final.
sin dejar más tiempo para aquellos pensamientos pesimistas, la voz de su pequeñito novio llegó hasta sus oídos. estaba detrás de él, tocandole suavemente el hombro. pudo escuchar la pequeña risita que kai soltó cuando él dio media vuelta, con aquella expresión tan asustada que hacía parecer que había presenciado algo completamente aterrador.
al contrario, su rostro cambió por completo cuando notó que estaba viendo lo más hermoso que podría encontrarse en este planeta.
─buenos días, hyung ─hueningkai extendió el ramo de margaritas que tenía entre sus manos hacia beomgyu, sonriendo cuando el color subió por las mejillas del más bajito quien seguía negándose a sostener las flores ─¿no te gustaron o...?
─no, no es eso ─el castaño interrumpió, está vez controlando sus manos para que dejaran de temblar y pudiese tomar el ramo de una vez por todas ─es solo que... son mis favoritas y... oh dios ─abrazó las flores contra su pecho, cuidando de no maltratarlas mientras disfrutaba del sutil aroma que producían.
─bueno, creo que eso es un punto a mi favor ─se acercó al mayor, haciendo que dejase de lado el bonito ramo que le había regalado para concentrarse en el beso que estaban iniciando.
realmente a beomgyu no le preocupaba tener muestras de contacto físico en público con hueningkai por el simple hecho de que se encontraban en un lugar donde nadie pasaba, así que no se limitó a acariciar la mejilla de hueningkai con su pulgar mientras movían suavemente sus labios, y las cálidas manos del más alto le rodeaban la cintura.
─siento lo del viernes ─murmuró beomgyu luego de separarse un poquito de hueningkai, sin dejar de mirar sus labios brillantes por la saliva ─en serio, no debí dejarte plantado, yo...
─tranquilo, solo... olvidemoslo ¿síp? ─la vocesita de huening fue suficiente para que choi se olvidara del asunto, sonriendo levemente mientras asentía ─ahora, ¿tienes tiempo hoy? te tengo una pequeña sorpresa.
─no lo sé, quizás... depende de cuál sea la sorpresa ─beomgyu hizo un puchero. odiaba cuando recibía sorpresas, porque era un impaciente de primera ─dime ─insistió, dejando tres besitos seguidos sobre los labios del menor ─por favorcito.
─nop, lo descubrirás más tarde ─apretó la mejilla del castaño, dándole un pequeño empujoncito para que sus cuerpos separaran ─debo ir a clases. nos vemos aquí después.
hueningkai se fue, dejando a beomgyu quejándose por lo bajo. ¿qué sería aquella sorpresa que kai le estaba preparando?
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pequeña duda,,, ¿ustedes creen que voy a escribir un final triste o uno feliz? JSKDJSJA
