─junkyu... ¡junkyu!
soobin iba persiguiendo al mencionado, anteriormente lo había alejado de beomgyu para que dejaran de hacerse daño. sin embargo, tan pronto giraron en un pasillo, el más bajo lo empujó, alejándose de su agarre con una mirada un tanto hostil. aumentando la velocidad de su marcha al mismo tiempo, se hallaba en la búsqueda de establecer distancia entre choi y él.
todos a su alrededor los miraban mientras seguían persiguiendose en los pasillos, algunas personas confundidas y ajenas a la pequeña pelea que esos dos parecían atravesar, otros más consternados por las marcas que comenzaban a notarse más y más en la pálida piel de junkyu.
siguieron de esa manera, soobin persiguiendo a kim hasta que éste llegó a su casillero y se detuvo, abriéndolo e ignorando al más alto. sacaba sus cosas sin mucho cuidado, las lágrimas aún bajando por sus mejillas aunque ahora sin mucha intensidad, estaba molesto y cualquiera que pasara a su lado lo notaría.
─no me ignores, junkyu... ─soobin pidió, tomándole del brazo, deteniendo sus acciones. seguía sin comprender que estaba pasando y que el más bajo le aplicara la ley del hielo en ese momento era lo que menos necesitaba.
entonces kim por fin lo miró, inquisitivo, para que soltara de una vez por todas lo que quisiera y dejara de molestarlo. sin embargo, choi notó que todas las miradas se encontraban sobre ellos y se removió incómodo, mordiendo su labio mientras su agarre bajaba a la muñeca del menor.
─hablemos en otra parte ─murmuró y tiró de junkyu cuando comenzó a caminar, dándole a penas el tiempo necesario para que cerrara su casillero.
caminaron a pasos torpes, esquivando a todas las personas que intentarán atravesarse en su camino hasta llegar a uno de los pasillos que disponía de una infinita ventana, dejándoles ver el patio del instituto y parte de las calles fuera del perímetro de éste. por suerte aquel lugar se hallaba tranquilo y vacío, por culpa del vértigo que podía provocar el estar en un noveno piso y mirar por la ventana.
el más alto se detuvo, soltando la muñeca de junkyu y recargandose contra la ventana ya que por suerte las alturas no le causaban nada. giró hacia el contrario, encarandolo nuevamente. sostenía algunos cuadernos contra su pecho, su mirada viajando por todo el panorama que la ventana les permitía ver.
─¿estás bien? ─preguntó, quizás algo tonto sí recordaba que a penas unos minutos antes kim tenía a un chico encima ahorcandolo. aún así junkyu asintió con los labios apretados, conservando el silencio solo revolvió su cabello al agitar su cabeza de arriba a abajo.
uno o dos minutos de silencio transcurrieron, la mirada de soobin aún fija en el rostro de junkyu, viéndolo apacible mientras éste tenía la mirada aún pérdida en el horizonte. se sentía inquieto, porque el contrario tenía una expresión malditamente tranquila a pesar de que de vez en cuando una o dos lagrimas se le escapaban de los ojos.
─¿por qué...? ─soobin volvió a tomar la iniciativa de romper aquel tenso silencio, pero tan pronto esas dos palabras abandonaron sus labios, junkyu lo interrumpió.
─dijiste gyu... ─dijo a penas como un susurro, sus débiles palabras y su mirada clavada en el suelo llamaron la atención del más alto ─llamaste a beomgyu cuando llegaste... lo hiciste ¿cierto? ─preguntó levantando sus orbes y encarando a soobin.
el más alto se tensó, la mirada de junkyu era acusadora, transmitiendo una mezcla de enfando y pena. por alguna razón soobin se sintió culpable, sabía lo que hizo pero al final fue un impulso, porque sus ojos divisaron a beomgyu primero y sus labios actuaron por si solos ¿verdad?
─no, n-no... ¿por qué piensas eso? dije kyu ─intentó mentir, esa era su mejor opción. convencer a kim de que estaba equivocado salvaría lo que fuese que tenían. porque ellos no eran novios oh, no, no, no.
estaban en algo complicado, porque a veces ninguno de los dos parecía querer algo serio y después se miraban y hablaban como si quisiera llegar hasta el matrimonio. esa confusión tenía a soobin cansado, sin poder exigirle al contrario que dejara las cosas en claro porque él también estaba divagando si de compromiso se trataba.
─sí yeonjun no hubiese estado ahí, ¿habrías ido y tomado a beomgyu? ─junkyu preguntó, su ceño frunciendose porque, incluso si ya no era cercano, beomgyu seguía arruinándole la vida y robándole lo que por derecho debería ser suyo.
soobin era suyo, de eso no tenía duda, y aunque no le gustaría dejarlo ir tan fácilmente, tampoco se sentía bien al saber que su nombre no era el que rondaba la mente del mayor. todo eso le llevaría a explotar en algún momento, a decirle palabras hirientes a choi que no merecía escuchar, porque al final su rabia no era producida por él.
─claro que no, kyu ─mordió su labio inferior e intentó establecer contacto con el cuerpo del menor, pero éste dio un paso hacia atrás y se alejó de él como si fuesen agua y aceite ─obviamente iría por ti ─sonrió, un poco inestable, intentando que el gesto transmitiera más confianza de lo que sus palabras podían hacer.
─bin ─dijo y soltó un suspiro largo y profundo, su mirada huyendo una vez más del mencionado y situándose en el exterior ─creo que deberíamos dejar esto hasta aquí. olvidémonos completamente o seamos amigos, pero terminemos lo romántico, por favor.
fue más como una súplica, una que removió el corazón del mayor porque no se sentía capaz de negarse. su mente no tenía la fuerza de voluntad para decirle a kim que no terminaran, que se esforzaría y le demostraría que un pedazo de su corazón, aunque fuese el más mínimo, le pertenecía completamente. y su corazón, él estaba completamente de acuerdo con junkyu aunque soobin no lo pudiera aceptar.
─si eso es lo que quieres, está bien.
el mayor se acercó, por suerte kim no huyó de su toque esta vez y le permitió darle un abrazo, uno que lo hizo temblar y llorar entre los brazos que lo rodeaban. se sentía herido por la facilidad con la que soobin lo dejó ir, sin pelear por él, sin poner un pero. el latido del corazón contrario se coló por su oído, tan cercano, supo que probablemente esa sería la última vez en la que compartirían un momento tan profundo y emocional.
un último beso tuvo lugar entre ellos, soobin acunó las mejillas del contrario entre sus manos y presionó sus belfos contra los impropios en un pico, algo para despedirse enteramente de aquel algo que pudo salir muy bien si tan solo su corazón no fuese un desastre latiente.
soobin soltero ┐(´д')┌
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pedacitos de corazón ↯ beomgyu × txt
Fanfic─¿qué pasaría si el corazón de beomgyu no lo ocupara una persona sino cuatro? ↷ yeongyu, kaigyu, soogyu y taegyu ↷ poliamor, fluff & angst ↷ no copias o adaptaciones © wishlist, 140221