beomgyu se quedó en shock unos segundos más. intentaba regular su respiración y detener su llanto sin éxito alguno, porque su mente seguía encargándose de llenarlo de pensamientos tan negativos y dolorosos que sentía su pecho oprimiendose en cada exhalación.
en medio de aquel terrible momento pudo escuchar la voz del profesor de la clase que se supone tomaría en ese momento. sin embargo, no tenía ánimos ni fuerzas para lidiar con estar en el mismo lugar que taehyun cuando él ya sabía todo. ni siquiera sabía cómo tuvo el valor para mirarlo minutos antes.
se levantó, mientras corría aferrándose a su mochila en aquel pasillo vacío, no sin antes detenerse frente al bote de basura que junkyu había mencionado, encontrándose con un lindo ramo de rosas medio maltratado junto a éste. lo observó un instante y oh dios, definitivamente era algo que yeonjun le regalaría.
lo tomó, porque era suyo, un regalo que yeonjun había comprado para él.
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al no saber en donde quedarse, prefirió pasar al menos las primeras horas en el baño. no sabía si iba a saltarse todas las clases o entraría a alguna, pero por el momento la sola idea de salir de aquel lugar le resultaba aterradora.
tan pronto se sintió un poco seguro tomó el ramo y lo analizó con más detemiento, luego de dejar su mochila en el suelo. encontró una pequeña nota escondida entre las hojas, al parecer era la dedicatoria.
de: yeonjun para: el chico más lindo y especial del mundo, que me tiene maravillosamente enamorado desde que lo conocí
solo soltó un suspiro, sintiendo las lágrimas avecinarse una vez más ¿yeonjun seguiría enamorado de él después de todo lo que pasó? probablemente no, quizás ni siquiera se lo volvería a cruzar de nuevo.
sus mejillas estaban húmedas una vez más cuando decidió doblar la notita por la mitad para guardarla en su bolsillo. miró a su alrededor, terminando de decidir que prefería sentarse en aquella barra en donde estaban los lavamanos.
balanceó sus pies en un vago intento de tranquilizar a su mente, porque comenzaba a atormentarlo con aquellos recuerdos de la escena que pasó unos momentos antes. todos mirándolo, junkyu gritándole, taehyun llorando y todo por su estupidez. porque era un tonto que quería a un montón de personas al mismo tiempo. le gustaban tanto que si alguno de ellos lo perdonaba y tenía la intención de volver con él, no estaba seguro de sí podría aceptar, porque jamás fue capaz de escoger a uno solo. amaba a todos esos chicos por igual.
suspiró, saliendo de ese escenario mental en el que taehyun, hueningkai, soobin e incluso yeonjun aceptaban estar en una relación poliamorosa. síp, seguiría soñando con eso incluso si era más posible que los cerdos volaran antes.
entonces bajó de la barra, arrastrando los pies hasta su mochila, abriendola y sacando su teléfono. bien, tenía una idea algo tonta pero que aún así estaba revolviendo su estómago y agitando su respiración de sobremanera.
encendió el aparato, y buscó a hueningkai entre sus contactos. tenía la esperanza de que la falta del menor se debiera a otra cosa y que no supiera del pequeño problema en el que estaba involucrado. quizás si hablaban las cosas podrían arreglar.
llamó, porque necesitaba escuchar su voz. hubo un pitido un par de veces antes de que la línea está se descolgara. no hubo ningún indicador de que el contrario quisiera hablar primero así que beomgyu juntó todas sus fuerzas y aclaró su garganta.
─¿h-hyuka? ─preguntó, intentando obtener algún indicio de que el contrario si lo escuchaba ─u-uhm, ¿cómo estás? ¿por qué faltaste al escuela...? ─y sí, beomgyu seguía creyendo en la posibilidad de que el contrario aún no sabía nada, pero el suspiro entrecortado que se escuchó al otro lado de la línea no pareció ser una buena señal.
─hyung ─y su vocecita se escuchó toda inestable, así que fue fácil para choi adivinar que el contrario estaba o estuvo llorando, logrando que tan solo ese pensamiento lo estremeciera ─solo... s-solo dejemos esto hasta aquí.
─no, n-no, hyuka... espera yo... ─antes de poder decir algo más, un pitido lo interrumpió. hueningkai le había colgado.
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