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taehyun intentaba concentrarse en su dibujo, subiendo el volumen de su música para repetir la letra de la canción y no ahondar mucho sus pensamientos en beomgyu.
se sentía... ugh, ni siquiera podía explicarlo. estaba decepcionado, claro, quería odiar a beomgyu por haberlo engañado de esa manera. sin embargo, una partecita de él seguía implorando por salir del aula y buscar a beomgyu, abrazarlo y limpiar todas las gotitas de agua que resbalaban por sus mejillas mientras le preguntaba porque lo había hecho y recibía una respuesta que explicaba todo el asunto.
pero para su mala suerte, había visto las pruebas. porque claro, taehyun no creyó lo que junkyu le dijo al inicio ¿y cómo podría? jamás había tenido una razón para desconfiar de beomgyu, entonces llegó el mejor amigo de su novio y le enseñó todas esas conversaciones en mensajes donde choi le contaba lo feliz que estaba de salir con aquellos chicos: yeonjun, soobin y hueningkai.
en ese instante no estaba completamente seguro, así que contactó con yeonjun como junkyu le sugirió, ni siquiera sabía cómo éste había conseguido el número de los cuatro, pero parecía ser muy útil en aquella situación.
el pelirrosa y él se habían reunido unas horas atrás, un poco antes de que el instituto abriera. ambos se dieron cuenta de que en los momentos en los que beomgyu estaba con alguno ponía excusas para el resto, como clases extracurriculares o asuntos en su hogar.
hubo un sentimiento de odio entre ambos, esa tensión que se formó al sentir que uno le había robado al otro y aunque realmente querían golpearse, sabían que no era culpa del contrario, que todos habían sido víctimas de un gran y planeado engaño.
sin darse cuenta había clavado con excesiva fuerza el lápiz en aquel dibujo, arruinando un poco la hoja que decoraba con un detallado mar, en donde un barco se hundía. no le había dado un significado intencional pero, viendo la situación, lo que transmitía era algo obvio.
simplemente suspiró, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas de nuevo. tonto beomgyu, que se jodan él y su maldita manera de enamorarlo.
si, el castaño le gustaba aún y quizás lo perdonaría si tan solo le diera una buena razón para hacerlo. quizás era muy patético, pero en verdad su corazón seguía enganchado al contrario, sintiendo que colapsaría al no escucharlo reír más, al no recibir un abrazo o un beso, al simplemente fingir que beomgyu no existía.
miró la hora en su celular de nuevo, lo había hecho como mínimo tres veces antes. solo esperaba que el profesor llegara tan rápido como fuese posible, porque necesitaba poner su atención en algo más que no fuera dibujar o escuchar The Neighborhood, sino pondría una excusa para volver a casa y solamente iría a encerrarse en su habitación para pasar el resto del día llorando con privacidad. para él era incómodo llorar en público.
entonces por fin la puerta se abrió, dejando entrar al adulto, con un agradable retraso de diez minutos.
taehyun no pudo matar su curiosidad y miró con detenimiento mientras la puerta era abierta y cerrada, una parte de él esperando que beomgyu entrara o al menos siguiera ahí. sin embargo, no hubo ninguna señal de la presencia del castaño.
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por esto nunca confíen su estabilidad emocional en mis fanfics 👍👍
