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beomgyu jamás se esperó que la sorpresa que hueningkai le había preparado era algo que tanto deseaba. ni siquiera recuerda haberle contado al más alto lo mucho que deseaba ese videojuego pero apareció como magia cuando llegaron a casa del menor y éste le pidió a choi que cerrara los ojos un instante.
entonces lo llenó de un montón de besitos, agradeciéndole por el videojuego y de nuevo por las flores, porque eran tan lindas que no podía evitar decir un "gracias" a cada segundo.
aquel día regresó tan feliz a su casa que su felicidad se duplicó cuando recordó que al día siguiente tendría una cita con yeonjun.
el mayor le había dicho que se pusiera ropa no tan abrigadora para esa ocasión, pero aún así no tenía idea de a donde iría y eso hacía las cosas más divertidas, porque se pasó el viaje entero preguntandole al mayor su destino, aunque este siempre respondía que esperara porque ya casi iban a llegar.
fue poco más de una hora y media lo que tardaron en llegar a esa hermosa playa, algo que hizo chillar de emoción a beomgyu mientras se apresuraba a bajar del auto para sentir la arena bajo sus piecitos.
estuvieron jugueteando con el agua un buen rato, persiguiendose por la medianamente vacía playa cuando a yeonjun se le ocurrió tirar al menor hacia el mar, haciendo que su ropa se mojara por completo.
el castaño lo persiguió hasta alcanzarlo, pero fue suficiente el darle un beso para que éste se calmara y olvidara el hecho de que estaba empapado. no fue un beso común, realmente, logró hacer que beomgyu se sonrojara un poco más de lo normal mientras jadeaba muy bajito.
fue después de que yeonjun compró ropa nueva y seca para beomgyu ─éste se había negado en un inicio, pero el mayor no hizo caso a sus quejas y lo obligó a aceptarla─ que regresaron y el mayor no perdió la oportunidad de dejar a beomgyu en su casa, esperando pasar un poco más de tiempo con él.
beomgyu sabía que su vida era perfecta cuando se despidió del pelirrosa y entró a su hogar viendo que soobin y taehyun le habían enviado un mensaje de buenas noches.
definitivamente no esperaba que todo aquello se derrumbara tan velozmente.
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había recibido un mensaje de hueningkai, parecía que el menor tenía algo nuevo que darle, porque le pidió encontrarse en la entrada del instituto igual que el día que le obsequió las margaritas.
al llegar, no encontró al menor por ningún lado, pero a decir verdad era algo temprano, así que supuso que no tardaría en venir. esperó, hasta que el timbre estuvo a punto de tocar y tuvo que entrar al edificio casi obligadamente. no se reservó el enviarle un mensaje a huening, preguntandole si se encontraba bien porque el más alto no era alguien que faltaría al instituto sin una buena razón.
corrió por el pasillo apresuradamente, para que empezara la clase que tenía todavía faltaban unos minutos pero prefería estar en el aula antes de que el profesor llegara. igualmente los pasillos estaban algo vacíos.
entonces llegó al aula, a punto de tomar el picaporte de la puerta que estaba cerrada pero dejaba salir un poco de ruido del desastre que seguramente había adentro. sin embargo, alguien se le adelantó y abrió la puerta por él, haciendo que se perturbara un poco.
lo siguiente que sintió fue un fuerte empujón, uno que logró desestabilizarlo por completo, haciendo que cayera hacia atrás, sentado.
junkyu lo había empujado.
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