Capitulo 3

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Para Tsuyu el castigo no había sido tan malo, lo único que ambos tenían que hacer era quedarse a hacer el aseo del salón después de clases durante las siguientes cuatro semanas aunque Katsuki definitivamente no compartía su mismo pensamiento.

Ambos salieron de la sala de profesores en silencio.

—Ni pienses que he dejado pasar lo que sucedió rana— Comentó el rubio repentinamente, sin mirarla y que iba unos cuantos pasos delante de ella.

—No empecé nada, kero— La monotonía con la que hablaba era lo que más le molestaba y exasperaba a Bakugou de ella.

—No te hagas la estúpida, ahora tengo que hacer ese maldito castigo por tu culpa, como si no fueran suficientes las jodidas clases extras— Su molestia era más que obvia.

Tsuyu no quería seguir discutiendo con quien no escuchaba, hablar con él era como hablar con la pared, peor, de mínimo las paredes no armaban escándalo, pero como siempre el decir lo que pensaba le fue inevitable.

—No es mi culpa que no sepas escuchar a los demás Bakugou-chan— Su comentario había sido inocente, ni siquiera fue consciente del momento en que hablo, su boca fue más rápida que su cerebro.

La inexistente calma se esfumó del rubio, girándose hacía la peliverde, quién seguía sin ninguna expresión facial en el rostro.

—¡¿Qué mierda quieres decir con eso estúpida?!

—Eso— Señaló —No pueden decirte algo sin que te enojes o disgustes, kero.

La verdad en sus palabras hizo al rubio molestarse aún más de lo que de por si ya estaba, chasqueó la lengua y se giró de nueva cuenta para alejarse de ella antes de que su enojo se hiciese más evidente, no quería darle la razón con sus acciones, se alejó de ahí antes de que ella dijese algo más y él terminará por mandar al carajo su inexistente autocontrol.

Tsuyu miro con curiosidad como el rubio se alejaba de ahí sin decirle algún comentario mordaz o algún típico insultó.

Terminando la limpieza la peliverde salió del salón antes que él rubio, debido a que guardo sus cosas con anticipación

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Terminando la limpieza la peliverde salió del salón antes que él rubio, debido a que guardo sus cosas con anticipación. Bakugou no le había ofendido durante la hora en la que estuvieron limpiando, ni ella le había dicho algo, probablemente por eso él no la había atacado.

Saliendo del edificio Tsuyu vio algo mejor dicho alguien que llamó su atención, Tamaki Amajiki estaba sentado en una de las bancas revisando al parecer algunos apuntes de su cuaderno.

—Tamaki-senpai— Asui lo llamo, al tiempo que se acercaba a él, el peliazul levantó la mirada al escuchar esa particular voz llamándolo topándose con la mirada de Tsuyu haciéndolo desviar la mirada en cuanto sus miradas se encontraron.

—Asui-san— Murmuró por lo bajo que ella muy a penas lo escuchó.

—¿Cómo estás?

—Bien— Se limitó a responder, sintiéndose cada vez más nervioso con la presencia de la chica.

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