Capitulo 6

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Había pasado cerca de una semana desde que su relación había empezado, todo iba bien, los únicos que sabían sobre ellos era Nejire, Mirio y Uraraka, fuera de ellos nadie más sabía, veían innecesario que alguien más lo supiera.

Como en la última semana Tsuyu termino de limpiar el salón junto a su compañero Katsuki quien había notado que la chica terminaba de limpiar lo que correspondía y al terminar se llevaba la basura junto con sus cosas para ya no regresar.

—¡Ey Rana!— La llamó el rubio antes de que la chica saliera.

—¿Si Bakugou-chan?

—¿Por qué la prisa?— No había querido sonar interesado en lo absoluto, pero al parecer no lo había logrado.

—¿Por qué el interés Bakugou-chan?— Y lo peor era que ella era muy perspicaz.

—¡¿Cuál interes maldita?!

Cuando Bakugou era descubierto tendía a ponerse a la defensiva, era algo de lo que Asui se había percatado desde hacía un tiempo.

Ella se encogió de hombros levemente ante esa pregunta.

—Sino fuera interés no estarías preguntando, kero— Respondió con calma al tiempo que se llevaba el dedo índice a la comisura de sus labios.

Ante ese comentario el rubio se enojó aún más.

—¡Deberia estar loco para interesarme en alguien como tú de deforme, así que ni siquiera pienses en insinuar esa maldita estupidez!—Ataco.

Aunque su comentario fue hiriente Tsuyu decidió ignorarlo.

—Yo nunca insinúe que estuvieras interesado en mi, sino en tú pregunta, kero— Explicó con calma y su típica inexpresividad —Ademas no creo que sea algo que deba responderte porque no es de tu interés Bakugou-chan.

Con ese último comentario Tsuyu finalmente salió del aula dejando a un Bakugou claramente furioso.

Tras dejar la basura en los contenedores y caminar un poco pudo divisar a Tamaki, quien estaba sentado en una de las bancas de la escuela, esperándola

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Tras dejar la basura en los contenedores y caminar un poco pudo divisar a Tamaki, quien estaba sentado en una de las bancas de la escuela, esperándola.

—¡Tamaki-chan!— Lo llamó, al tiempo que caminaba hacia él.

El joven se giró en dirección a ella con una pequeña sonrisa tímida en los labios y se reincorporo una vez que la peliverde estuvo frente suyo.

—¿Cómo estuvo tú día?— Preguntó la de Quirk de rana.

—Bien, ¿Y él tuyo?— Aún le costaba poder hablar con ella libremente de la misma manera que lo hacía con Mirio y Nejire, sin sonrojarse o ponerse nervioso.

—Bien, Aizawa-sensei nos dejó un ensayo, tuvimos entrenamiento en el gimnasio Gamma, fue divertido, kero— Respondió con una sonrisa la joven de rasgos anfibios.

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