Capitulo 16

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Tamaki lo miro, ambos se habían alejado lo suficiente como para que nadie los viera o escuchará. Bakugou lo miro en espera de que dijera algo pero tras unos segundos supo que no lo haría ya que el joven Amajiki no era de tomar las iniciativas en las conversaciones.

—¿Y bien?— Preguntó el rubio.

—¿Y bien...?— Repitió el azabache.

—¿No piensas decir nada al respecto?

—¿Decir algo al respecto?, no sé de que hablas no tengo nada que decirte al respecto Bakugou-san, sino tienes nada que decir entonces me retiro— Dijo con toda la tranquilidad que poseía, se dió la vuelta dispuesto a marcharse no quería hablar con él.

—Terminaste con la rana— Más que pregunta fue una afirmación.

Se volvió hacía él con la mirada baja, antes de mirarlo unos breves instantes.

—Si, finalmente puedes estar con ella, no me interpondre.

Su comentario descolocó al rubio antes de enfurecerlo por aquel repentino desinterés.

—¿Qué mierda estás diciendo?— Preguntó molesto —¡¿No se supone que lo que lo que yo pensará no te importaba, qué seguirías con ella?!— Pregunto cada vez más molesto por su actitud —¿Entonces qué mierda cambio?

¿De verdad se lo estaba preguntando?, debía de ser una broma de mal gusto.

—Los vi— Se limitó a responder, una mirada de dolor atravesó sus ojos.

—¿Nos viste?— Preguntó desconcertado el rubio —¡¿Qué carajo dices?!

—¿De verdad me lo estás preguntando Bakugou-san?, ese día los ví...— Hizo una pausa sintiendo un nudo formarse en su garganta —Besarse.

La tensión aumentó de golpe ante la revelación del chico por primera vez Katsuki se quedó sin palabras, ese día... ¿Los había visto?

—Tsk— Chasqueo la lengua con molestia —¿Nos viste?

—Te lo dije, los ví— Soltó con algo de frialdad.

—¿Y por eso terminaste con ella?— Preguntó el rubio.

Los ojos del azabache se agrandaron levemente ante el cinismo del rubio, lo miro con molestia ante su comportamiento.

—¿No le diste la oportunidad a la rana de explicarlo?

—¿Qué debería de explicar?, lo ví claramente Bakugou-san.

—Juzgaste sin saber lo que sucedió, creí que eras un imbécil senpai pero realmente lo he terminado de comprobar.

Por más de que la rana le gustase y ahora tuviera el camino libre para acercarse a ella no lo haría no de esa forma tan sucia y mucho menos le agradaba la idea de ver a la rana tan depresiva por esa situación, además aunque le costase admitirlo en esos momentos se sentía culpable por lo sucedido todo esto sucedió por él en primer lugar.

—¿Qué es lo que intentas decir Bakugou-san?

—Ese día lo que viste no fue equivocado...— Hizo una pausa para ver la expresión de desagrado del azabache —La besé si, pero la maldita me rechazó, ella en ningún momento me correspondió y no fue su decisión besarme.

—¿Qué?— Ahora el turno de desconcertarse fue del joven Amajiki quien lo miro sorprendido.

—Lo que escuchaste, yo la besé, le confesé mis sentimientos y ella me rechazó y tú eres un imbécil por ni siquiera darle una razón y sin darle oportunidad a explicar lo que sucedió, es increíble que seas considerado uno de los tres grandes con tú poca capacidad de entendimiento— Dijo mirándolo con burla no iba a permitir que el recuerdo de lo que sucedió con Tsuyu lo afectase ella realmente estaba enamorada de ese tonto —Ahora lo sabes senpai y si realmente quieres a la rana como me dijiste irás con ella y le pedirás disculpas porque aquí la única que se las merece es ella— Tras decir aquello el rubio se marchó pasando por su lado antes de detenerse unos pasos delante suyo —Ella realmente te quiere y es algo que no podré cambiar.

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