Tras terminar su encuentro con dos de los tres grandes, Tsuyu y compañía volvían a clases.
—Si no fuera por Bakugou probablemente habríamos perdido— Comentó Mina feliz y con una enorme sonrisa adornando su rostro ante su victoria.
—Esta vez podríamos darle el crédito a Bakugou— Comentó Yaoyorozu.
Las chicas siguieron hablando de su enfrentamiento con dos de los tres grandes, en tanto los chicos que iban un poco más atrás escuchaban la conversación.
—No fue sólo Bakugou, Kirishima y yo también contribuimos para ganar— Intervino Denki uniéndose a la conversación de las chicas.
—¿Mantener el auto encendido fue una contribución?— Preguntó Kyoka, a su vez que soltaba una pequeña risa.
—Me encargué de darles una entrada épica— Argumentó el rubio.
—Por cierto, ¿Dónde está Bakugou?— Preguntó Hagakure al no ver al rubio explosivo por ningún lado.
—Lo mando a llamar Aizawa-sensei— Respondió Iida.
—Era de esperarse, después de provocar esa explosión casi en la cara de Tamaki-senpai— Dijo esta vez Uraraka quien iba a lado de Tsuyu quién escuchaba la conversación que se desarrollaba con sus amigos en silencio.
—No importa, lo único importante es que ganamos— Comentó Mineta con algo de superioridad.
Un lengüetazo de parte de Asui hizo que el de baja estatura mirará mal a la chica de Quirk de rana.
—No debes decir eso Mineta-chan, alguien de ustedes o nosotros pudo salir lastimado o afectado por las acciones precipitadas de Bakugou-chan— Reprendió al joven.
Tras sus palabras todos permanecieron en silencio y de acuerdo con ella.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las clases habían terminado, pero ella había regresado al salón por su libro de matemáticas que había olvidado en su pupitre, ahora de regreso a los dormitorios, con el libro en manos y caminando por los pasillos, Asui vio a Tamaki Amajiki salir de la enfermería escolar.
Sintiendo la presencia de alguien en el pasillo a su derecha Tamaki giró su cabeza para mirar a Tsuyu Asui de la clase 1-A.
—Senpai— Lo llamó la joven con aquella particular voz monótona, a su vez que caminaba hacia él.
El joven rápidamente se puso nervioso, un leve sonrojo adornó sus mejillas y desvío la mirada, bajando la cabeza.
—¿Estás bien senpai?— Preguntó la peliverde al verlo salir de la enfermería.
Amajiki asintió levemente, sintiéndose cohibido ante la chica de rasgos anfibios.
