Capitulo 11

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Cuando llegó al lugar donde siempre estaba, lo vio pensativo, parecía que estaba reflexionando profundamente sobre algo, como preocupado, extrañada se acercó hacia él quien de inmediato se percató de su presencia.

—Asui-san— La llamó quedamente, para después dedicarle una pequeña y tierna sonrisa acompañada de un  pequeño sonrojo.

—¿Ocurre algo Tamaki-chan?— Preguntó de manera directa tomándole por sorpresa ante la repentina pregunta.

Desvío la mirada de inmediato, guardo silencio unos segundos reflexionando sobre si decirle o no.

Negó.

—¿Seguro?, lucías preocupado— Insistió.

—No es nada—Aseguro, una sonrisa tímida y nerviosa la hizo desistir de insistirle —¿Q-qué tal el enfrentamiento con la clase B?

—Fue divertido— Respondió, llevándose el dedo índice a la comisura de sus labios y ladeando la cabeza en un gesto pensante —Nuestro equipo fue uno de los ganadores, aunque no fue fácil ganar, los de la clase B han mejorado mucho desde el festival deportivo— Reflexionó —Aún así nuestra clase al final ganó, estoy feliz por eso, kero— Sonrió con efusividad.

Amajiki le sonrió, feliz porque su equipo hubiera sido uno de los ganadores, le alegraba verla sonreír.

—Por otro lado, Aizawa-sensei, nos castigo, a Bakugou-chan y a mi— Comentó con algo de molestia ante el recuerdo.

La mirada de él cambio, tornándose un poco sería, aún así ella no se percató del cambio.

—¿Q-qué fue lo que sucedió?

—Bueno hay un chico, Shinso-chan, está en el departamento de estudios Generales y quiere ser un héroe por lo que Aizawa-sensei y Vlad-sensei lo evaluaron, felicité a Shinso-chan por su esfuerzo pero Bakugou-chan comenzó a ser grosero, no lo podía permitir, tuvimos una pequeña riña y al final Aizawa-sensei nos castigo.

—¿Cuál fue ese castigo?— Preguntó entre curioso y tímido

—Suspensión de clases por dos días y hacer limpieza en la residencia, kero.

Asintió, sin decir nada más, viviendo a sumergirse en sus pensamientos.

Ella le miro unos segundos, a decir verdad aunque el chico parecía menos tímido y estaban en una relación nunca la había llamado por su nombre, no le había dicho Tsuyu-chan.

—Tamaki-chan— Lo llamó.

—¿Si?

—¿Por qué no me llamas Tsuyu-chan?— Fue directa, cómo siempre lo era, pero no estaba segura de serlo con alguien tan tímido como el azabache.

Un furioso sonrojo lo invadió, fue inexplicable y sin razón, si, pero no lo pudo evitar.

—Y-yo...— No sabía que contestarle, porque ni el lo sabía, últimamente Amajiki no sabía, ni estaba seguro de tantas cosas —No lo sé— Fue honesto, sabía que a ella le gustaba que la llamarán Tsuyu-chan, aún así el llamarla así le costaba trabajo.

Era demasiado introvertido lo sabía y lo entendía, le costaba trabajo tener confianza y dudaba en muchas ocaciones de sus capacidades, le era difícil acercarse a la gente y tener confianza en otros, pero había ocasiones en las que deseaba que el la llamara Tsuyu-chan.

—Descuida Tamaki-chan, sabes que puedes llamarme Tsuyu-chan cuando estés listo, kero.

Asintió levemente, un nuevo silencio se instaló entre ambos, está vez con cada uno metido en sus propias cavilaciones, está vez simplemente la acompaño a su residencia, no hubo una charla larga de por medio, sólo un silencio que en cierto punto era incómodo.

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