"Reloj de arena"

S i n o p s i s

Un amor indefinido, sincero y loco, lleno de confianza y seguridad. Ellas dos moverían cielo y tierra para poder sentir sus brazos nuevamente.

-Arizona Robbins, 30 años, escritora muy pasional, ama su trabajo. Rubia, de ojos océano infinitos y curvas definidas, ecologista y amante de los animales. Ama lo vintage y la simpleza. Es de esas personas compañeras para todo, nunca responde con un No. Indecisa lo suficiente y muy inteligente. Tiene un pasado difícil de afrontar, con él cuál sigue cargando a sus espaldas, padres complicados y etapas de inseguridad.
Amante de la comida, pero no de cocinar, no es muy buena dedicando tiempo en esta, prefiere leer un buen libro en su tiempo libre, antes que probar una nueva receta.

-Calliope Iphigenia Torres, 32 años, Trabajadora social, ama los niños y dedica su vida y trabajo a ellos, ayuda con todo lo que puede a aquellos que menos tienen. Morena, latina, de ojos cafés muy profundos, alta y con curvas perfectas. Nació en Mexico, Mazlatán, predomina perfectamente el español, al igual que el inglés.
Disfruta pasar tiempo en la cocina y al aire libre, es muy pasional en el amor y a la vez estructurada. La relación con su familia es perfecta, diría que de no creer, los visita todos los años, por lo menos dos o tres semanas.
Fanática de los libros y sobre todo de los de su esposa, es muy crítica y específica a la hora de ayudarla a escribir o cuestionar algún escrito.

Las dos son muy diferentes, pero así y todo, el destino las cruzo en aquella calle de Paris, haciendo que sus ojos conecten de manera increíble. No niego ni afirmó que fue amor a primera vista, pero desde ese instante no lograron separarse más, descubrieron que las dos vivían en Nueva Zelanda y ahí todo fue casi instantáneo.

3 años después de que Callie se animó a pedirle ser novias a Arizona, llegó el casamiento, esta vez fue Ari la que se encargo de pedir la mano de su novia y sin pensarlo un segundo con lágrimas en los ojos acepto.

Se casaron cumpliendo 4 años de relación, una boda perfecta, con toda la familia de Callie allí, no fue lo mismo con Ari, su familia con total indiferencia negó rotundamente la presencia en ella, pero esto no impidió que sea el día más feliz de las dos.

Hoy a un año de su boda, disfrutan de la convivencia en una hermosa casa de dos pisos, con un jardín increíble y un estilo muy vintage por todas partes, decorado por Arizona obvio.