Pov Arizona
- ¡Call! Arriba mi amor, vamos al hogar. - Dije saliendo del baño ya duchada y en bata. -
- Mhmm -Se quejó dando vueltas. - Bueno me levanto solo por esos niños. -Dijo riendo y se levantó corriendo a darme un pequeño besito. -
- ¡Buen día pipita! -Me dijo abrazando mi cintura con ambos brazos, si hace un tiempo que me dice Pipita y yo muero de ternura. -
- ¡Buen día bombón! Vamos a cambiarnos.
Las dos nos elegimos la ropa, estábamos formales pero tampoco tanto, nuestros vestidos eran parecidos, el mío rojo y el de ella negro, ambas nos pusimos una chaqueta de cuero negra por encima y nos reímos al vernos tan parecidas.
Nos maquillamos un poco, mis labios estaban tan rojos que Call no dejaba de besarme, por eso fui atenta, y me puse aquel labial que no sale ni con desmaquillante, porque sabía la perdición de esta mujer por mis labios rojos.
Cocinamos entre besos el desayuno, hace mucho no estábamos tan bien juntas y teníamos que aprovechar cada segundo sin conflictos en el medio.
- ¡Call basta! -Reí. - ¡Se queman los hotcakes! -Le grite a la morena que besaba mi mejilla constantemente sin mirar el fuego. -
- ¡Se quemaron! -Gritó cuando intento despegarlos del sartén. - Bueno, ¿Puedo comerte a vos ahora?
- ¡Calliope! No me quiero imaginar que eso era una estrategia y no, no me vas a comer porque ya me bañe y tenemos que ver a esos niños. -Dije y ella hizo puchero, pero volvió a poner un poco de la masa ya preparada en el sartén. -
Después de unos 10 minutos más, ya estábamos las dos, desayunábamos de la mano, ya estábamos dando diabetes de tanta ternura, pero no se dan una idea el amor que yo sentía cuando ella hacía alguna de esas cosas, ella hacía que incluso lo que no me gustaba ahora sea algo que no puedo dejar de hacer.
- Bien, ¿Tenes todo? -Le dije mientras ordenaba su bolso. -
- Si Az, ya tengo todo, vamos. -Me agarro de la cintura y salimos de casa. -
Llegamos a aquel lugar, es un edificio hermoso, todo pintado por los niños, sus dibujos y sus manitos firmando.
Entramos de la mano directo a la oficina de Call, dejamos nuestras cosas y esperamos a Juani, si, tengo que disimular mis celos.
- ¡Hola Call! -Dijo aquella mujer alta abrazando a mi morena, ¿Quien se cree para decirle Call? - ¡Hola! ¿Sos Arizona no?
- Hola Juani, si ella es mi mujer, Arizona Robbins. -Call me presento como su mujer, eso me dio un leve aire de tranquilidad. -
- Hola! ¡Mucho gusto! -Le extendí la mano y ella la agarró con gusto. -
- Bueno vamos por esos niños -Salimos de ahí caminando por el largo pasillo. -
Entramos en una de las habitaciones, era linda, simple pero adorable, había una cunita blanca al lado de una cama.
Me acerque un poco a la cuna y mori de amor...Un pequeño bebé dormía con su chupete y una de sus manitos cerradas, era un rubio de poquito pelo, con una pequeña mantita cubriendo sus piernas.
- Call, aquí hay un bebé. - Le dije en tono bajo para no despertarlo y me acerque aun más. -
- Si amor, el es el hermanito de Athenas, es Theo, tiene 5 meses, ¿No es hermoso?
- Es maravilloso. -Dije ya babeando por aquel pequeñito que tenía mi corazón en sus manitos, no dude mucho y lo levante para que duerma encima mío. -
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"Reloj de arena"
FanfictionUn amor increíble, una pareja envidiada por todos separada por aquella pandemia sin final... ¿Sabrán superar esta distancia incierta y volver a creer en el amor?