Pov Callie
Ayer nos habíamos enterado que no podría volver, me sentía mal, sobre todo por Ari, ella no me dejo ni hablar y me cortó, tenía pensado pedirle a April que la vaya a ver, en serio me preocupa como pueda estar, ella no es muy estable emocionalmente, ni mentalmente y ahora yo tengo un cargo de conciencia increíble por irme, igual obvio no sabía todo lo que el destino nos tenía preparado.
Ya estaban todos preparando la cena, mi familia está muy feliz de que me tenga que quedar más tiempo, aunque igual saben cómo está Ari y eso no los hace sentir muy bien.
Mi abuelita y mi mamá preparaban tacos, cosa que amo de manera inexplicable, yo estaba con mi papá, mi abuelo y mi hermana en el jardín, la noche estaba perfecta y la luna no tardaba en aparecer, me separé un poco y llamé a April.
- Hola Callie, ¿Cómo la estás pasando? - La pelirroja sonaba contenta. –
- Hola April, estoy muy bien, pero mi cabeza está con Arizona, justo de eso quería hablarte. –Hice un silencio. – Ayer cerraron todas las fronteras y no puedo volver, Ari se enteró casi junto a mí y la note muy mal, estaba distante.
- Ayy no lo puedo creer, ¿Quieres que averigüe cómo está no? –Ella entendía todo. –
- Sí, por favor, si la puedes ir a ver sería genial, sé que ella me va a decir que está bien, pero me preocupa enserio. –Miraba mis manos nerviosa. –
- Callie, quédate tranquila, voy a estar con Ari todo lo que haga falta, ahora salgo para su casa, debe estar durmiendo, aunque es un poco tarde ya. –Respire aliviada. –
- Gracias, gracias y gracias April, no sé qué haría sin ti, apenas la veas texteame y decime cómo está. –
- Dale Call, ahora salgo para allá, hasta luego. –Ella me despidió y cortó, ahora tengo que manejar mis nervios esperando saber de Ari. –
Pov Arizona
Sinceramente no sabía qué hacer con mi vida, ahora ni siquiera puedo ir a la editorial para despejarme al menos un poco, tengo que estar aquí, encerrada y sin nadie, no entiendo como nunca se nos ocurrió al menos tener un perro o una tortuga al menos, no sé, quizá tendría que buscar una.
Ayer me dormí lo más temprano que pude, mis ojos se cerraron antes de las nueve de la noche, cosa que no solía hacer nunca.
Comencé a desperezarme e instintivamente crucé mi brazo al lado de Callie, sentí un frío que me envolvió casi automáticamente y comencé a llorar.
Mis lágrimas salían como nunca, mi estabilidad emocional en este momento no es la mejor y lloro sin problema alguno.
Sequé un poco mi cara y agarré el celular.
- Dios son las una del mediodía. –Me levanté de golpe. – ¿Como pude dormir tanto? –Me senté en la cama y no tenía mensajes de Callie, esperaba tenerlos. –
Mire un segundo por la ventana, afuera estaba horrible y una nube negra amenazaba con una lluvia torrencial, el sonido de mi celular sonando sin parar me interrumpió.
Si Callie, necesito escuchar tu voz. –Pensé. –
Mire aquel nombre y era April, lágrimas volvieron a salir de mí, que ilusa.
- Ari, hermosa, ¿Cómo estás?, iba a ir a verte, pero al parecer el término Cuarentena incluye no salir de las casas para nada. –Mis lágrimas golpearon con fuerza mis párpados e intente que no salieran, pero fue en vano. –
- Bien no estoy y no lo voy a estar, necesito a Callie conmigo, es horrible estar sola aquí, nadie hace ruido, quiero una mascota ahora. –Hablaba entre pausas y ella seguro noto mi tristeza. –
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"Reloj de arena"
FanficUn amor increíble, una pareja envidiada por todos separada por aquella pandemia sin final... ¿Sabrán superar esta distancia incierta y volver a creer en el amor?